Para qué leer. Fomentar la lectura en jóvenes y adolescentes de Paulo Cosín Fernández

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Edita #EdicionesMorata

Sinopsis

¿PARA QUÉ LEER? ¿Qué es lo que nos anima, nos impulsa, nos moviliza, nos sacude para abrir un libro, uno cualquiera? ¿Uno que nos hable como si nos estuviese esperando? Leer es una capacidad exclusiva de los seres humanos, es un bien, una virtud que nos abre al entretenimiento y a la evasión, al conocimiento y a la reflexión, pero sobre todo, y más allá del placer o la erudición, a un diálogo con el que encontraremos la razón de nuestra existencia. Si, como dice Gert Biesta, “educar es provocar en el otro la inquietud de existir como sujeto adulto en el mundo”, tenemos por delante el gran reto y la responsabilidad de legar a nuestros jóvenes esta maravillosa herramienta para que puedan encontrar su papel en la sociedad. Como adultos implicados –a cualquier nivel– en la educación, además, tenemos el deber de alcanzar un pacto social por la lectura. En este libro encontraremos reflexiones, sí, pero también propuestas y referencias para provocar en los jóvenes la inquietud por leer a través de múltiples vías en las que se pueden desenvolver con facilidad. Las artes nos ofrecen una amplia gama de posibilidades de expresión. En palabras del pedagogo Loris Malaguzzi, “el niño tiene cien lenguajes y le robamos noventa y nueve”. Hemos de devolvérselos. ¡Mostrémosles PARA QUÉ LEER!

 


Impresiones

¿Para qué leer? He utilizado la lectura por placer, como instrumento y como herramienta, para aprender y comprender, para descubrir el mundo…, he leído sola y en grupo, y he descubierto que al igual que las conversaciones no ayudan a modificar el pensamiento o las creencias de las personas, por muy equivocadas que estén, la lectura tampoco, porque leer y escuchar no es comprender. La lectura que es una capacidad propiamente humana, no siempre nos humaniza.

            A lo largo de esta lectura se ha despertado mi gran curiosidad, «Aprendemos gracias a nuestra curiosidad natural», quiero leer la biografía de Rosalind Franklin, las hermanas Polgár. También una larga lista de libros que deseo leer, Lectura y cultura escrita de María Clemente. Arte y psicología de Javier Urra. Quiero releer el Conde de Montecristo, este libro es de mi infancia, me lo leía mi padre, no sabía o no recordaba lo de los puros. Mafalda, no hace mucho mi hijo me regaló las recopilaciones, sesenta años de Mafalda, un personaje que me hace reír y reflexionar, la cantidad de anomalías que encuentra en su vida, hablaremos de las anomalías más abajo. Tengo que buscar «antorchas de la libertad», 1929.

            Los diálogos sobre libros son enriquecedores, siempre que no se busqué realmente otra finalidad, por ejemplo, los clubs de lectura de las redes sociales, IG, buscan visualización, el libro por lo general, en mi corta experiencia, importa poco o nada. «… hacerlo en el ciberespacio, sin presencia física de la comunidad lectora, desaprovecha todos los beneficios…». Mis grupos de lectura son reducidos, no se pude manejar o yo no sé manejar grandes multitudes, el diálogo tiene un formato estructurado, pero se habla de todo lo que inquieta y remueve. Leemos el mismo texto, tenemos la misma guía, es curioso, «el significado que cada uno cree no coincidirá exactamente con los demás… nunca lo comprenderemos de manera idéntica… Cualquiera que haya releído una novela varias veces sabe que en cada lectura ha visto (o entendido) cosas nuevas», esto siempre me ha parecido muy curioso y enriquecedor de las lecturas conjuntas, y hace veraz esa frase que dice que, si todos leen lo mismo, solo uno lee. ¿Qué me decís de las anomalías? La lectura va muy unida al pensamiento crítico o razonamiento de la lectura, «un proceso en el que el razonador hace con plena conciencia un juicio o establece una conclusión sobre la verdad de algo», no estamos en toda lectura sacando conclusiones, ¿cuándo? Cuando algo nos sorprende, o nos resulta inesperado, lo que parece una anomalía, entonces buscamos la coherencia de ese pensamiento. ¿Cuándo se anima cualquier grupo de lectura? Cuando surgen las anomalías, nunca falla, entonces toca evaluarlas y contrastarlas con el mundo real, tal y como nos dice Paulo Cosín.

            Toda lectura nos interpela, nos produce una reacción. Estuve en un club de lectura donde esto no gustaba nada cuando asistía el autor, «solo hablad del libro y no de vuestras experiencias personales», aquello me chocaba muchísimo, que un autor solo quisiera hablar de su libro y no de lo que este despertaba en el lector. Los libros abren emociones, toda lectura nos produce una respuesta.  

            ¿La comprensión se relaciona con la imaginación y las emociones? Sin ninguna duda, no podemos evitar leer un texto y tras comprenderlo buscar en nuestra memoria, es automático. Aprendemos de la propia experiencia, ¿leer crea ambientes en los que esto sea posible? Carney nos insiste en que aprendemos mejor cuando comprendemos el objetivo, nos sentimos libres, tenemos oportunidades variadas y aprendemos porque sabemos que amplia nuestras relaciones sociales, somos ante todos seres sociales.

            Hablaremos de los sesgos, allí donde pongamos las entendederas, podremos los sesgos y las ilusiones de lo que creemos saber, «son las trampas cognitivas que afectan a nuestra comprensión».

El libro de Paulo Cosín me ha servido para confirmar que el verdadero valor de la lectura, especialmente para los jóvenes, es su función como catalizador social y cognitivo. Es una herramienta que, al ser compartida y cuestionada, permite a los individuos desafiar sus sesgos cognitivos y, finalmente, encontrar la razón de su existencia como sujetos críticos.

 

¡Feliz lectura!

 

Autor

Paulo Cosín es director editorial de Ediciones Morata desde 2005, editorial centenaria que adquirió en 2016 como apuesta y compromiso vocacional y personal para garantizar su continuidad. Paulo Cosín es también autor de los libros Para qué leer




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