Los perros oruga y otros cuentos de juventud de Tennessee Williams
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#Losperrosoruga y otros
cuentos de juventud
#TennesseeWilliams
#ALBA
#Pág133
Sinopsis
Entre 1932 y 1935, en plena
Depresión, Tennesse Williams trabajó en las oficinas de la International Shoe
Company, en su sede de Saint Louis, donde su padre, que le había obligado a
dejar la universidad, era jefe de ventas. Fue un período triste y opresivo en
el que, a escondidas, escribía cuentos y poemas, como se refleja en «Escalera a
la azotea» (cuyo primer título fue «Episodios de la vida de un oficinista»),
incluido en esta recopilación que ilustra los primeros pasos de sus ambiciones
literarias y del universo característico que construyó. Las derivas de la vejez
–hacia la demencia o la paz interior– y de la adolescencia –en sus primeros
amores y experiencias sexuales– están muy presentes en estas primeras piezas,
así como la violencia grotesca típica del llamado «gótico sureño». Sin embargo,
entre la locura extremosa, las fantasías criminales y el suicidio, asoma una
visión compasiva de la intimidad y de los sueños enterrados de una serie de
personajes vencidos por un ambiente hostil o por sus propias emociones, que no
consiguen identificar. Los perros oruga y otros cuentos de juventud es
un buen adelanto de todo lo que sería Tennesse Williams tan solo unos pocos
años después y de todo lo que le haría universalmente conocido.
Opinión
«... sentí orgullo, por mi bronceado de piel y mi buena
condición física, pero sobre todo por mi libertad, esa soledad que solo la pedían
que la dejaran en paz»
Escribir es una potente
herramienta para expresar y afrontar las emociones, cuando el autor tuvo
aquella crisis, tras dejar la universidad por orden de su padre, el refugio
fue escribir a escondidas todos estos cuetos. No lo sé, no lo he leído, pero
seguro aceleró su recuperación y comenzó una pasión que le convirtió en tan
reconocido escritor. Escribir sobre sus experiencias, sobre las circunstancias
que lo rodeaban, sobre las personas más cercanas, le ayudó en su crecimiento
personal y como escritor, sin ninguna duda, como escritor.
El
primer punto importante de su vida, fue dejar la universidad, pero he leído su
biografía y estudiar para él era mucho más que adquirir conocimientos, y es
importante conocer este detalle. Su familia fue, no me cabe ninguna duda, una
fuerte inspiración para desarrollar los perfiles de sus personajes, porque en las
figuras femeninas hay un componente potente y repetitivo, y en esto
primeros escritos ya se aprecia.
Se
crio en una familia muy religiosa y conservadora, asfixiante, en uno de los
cuentos, Todos los viernes, el reverendo Houston deja su
congregación y sus primeras palabras son, «El tiempo nunca había pasado tan
rápido, tan fluido…». Su madre fue una gran influencia en su desarrollo
personal, una mujer de rígida moral, hija de un pastor, que se casó con un
vendedor de zapatos siempre ausente. En uno de los cuentos escribe, «en
cuanto la madre se iba a acostar todo parecía un poco raro: la casa parecía más
grande y había como más silencio…». Cuando el padre decide vivir con su
familia se revela como un alcohólico violento, Ya no hay más que
cardos.., detalla los efectos del alcohol. Su hermana Rose, mayor que
él, mostraba cierto desequilibrio psicológico, y era algo promiscua, entraba y salía
de los centros psiquiátricos hasta que su madre autorizó una lobotomía. ¿No os
suena este tipo de personaje femenino en algunas de sus obras? Por alguna razón
se debió sentir culpable, y en Un tranvía llamado deseo mostró a esa
mujer inestable atrapada en sus circunstancias, en estos cuentos encontraremos
destellos de esa inestabilidad que vivía.
Muy
recomendable, la evolución de un gran escritor.
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