Renglones Púrpura de Manuel Sánchez Alfonso

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Sinopsis

 

«No me preocupo, ya sé que nadie vuelve para contarlo. Pero yo sí puedo decirte que esos álamos que viste por última vez, cuando todo se agostaba, ahora vuelven a la vida. Que sus brazos te siguen achuchando como los míos…». De esta manera, se aborda la ausencia en uno de los relatos de este maravilloso ensayo en prosa poética que, narrado por el escritor en primera persona, te introduce de lleno en el mundo de las sensaciones, las emociones y los recuerdos, hasta llegar a sentir que el amor, en toda su extensión, verdaderamente existe. La amistad, la incertidumbre, los sueños y la misma vida son abordados desde lo más íntimo con magistral belleza y exquisita ternura. En un mundo áspero de sentimientos, sin la razón del corazón, ¿dónde quedan las personas? ¿Dónde queda la pasión? Renglones púrpura es un viaje apasionante que te sorprenderá por la delicada sencillez con que el autor desnuda por completo sus sentimientos y describe su relación con el entorno, las personas y los animales. Le acompaña siempre su podenco Pepe Luis y una naturaleza exuberante que inunda toda la obra, no exenta de toques de humor.

 

Opinión

 

La obra de Manuel Sánchez Alfonso se debe leer despacio, reflexionando. Empieza con uno de las reflexiones que más me ha gustado sobre nuestra existencia en este mundo, Vida. Todos antes o después nos preguntamos lo mismo, ¿qué es la vida? Y la vida es nada y lo es todo, son cientos de tonalidades, es andar, trotar y galopar, es cuando hay que estar y no estar cuando hace falta, porque la vida está llena de errores.

                La obra de Manuel esta generada por la necesidad de expresar lo que siente, su amor a los olivos, palpable esa rabia ante el apocalipsis que supone su muerte. Nunca me ha gustado la superficialidad de las emociones, las capto frías y distantes, esto no sucede con Manuel. Una obra cargada de nostalgia, de antes, de otros tiempos, de esos lugares cargados de polvo que guardan los recuerdos, «una butaca en la salita, la tuya de siempre, pero desocupada…» «Aquí se quedará el recuerdo de esos cielos de bandadas efervescentes…», nuestro presente será mañana el pasado y lo cargaremos con tintes de añoranza. «Entonces, por un momento, se detiene el tiempo, me dejó llevar por la corriente». «… la vida es un suspiro, es un cesto de rosas rojas que, a la larga, se marchitan».

Muchas gracias a Manuel por esta obra, por tu reflexión, la vida son cuatro días y hay que aprender a disfrutar de ella, sobre todo, de las cosas más pequeñas. 

 

 

 

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