El Bastardo Real de Leandro Alfonso de Borbón
Hi
Tal día como hoy…
… 26 de abril de 1929 en
Madrid nació Leandro Alfonso Luis de Borbón y Ruiz, antes Leandro Alfonso Luis
Ruiz Moragas.
No recuerdo como cayó este libro
en mis manos, pero andaba en la pila de los pendientes desde hacía mucho tiempo.
Le recuerdo de entrevistas, de portadas de revistas y de que muchos hablaban de
él en tono despectivo, ¿por qué?, preguntaba a unos y otros, respuesta, es el
hijo bastardo de Alfonso XIII y quiere que le reconozcan como tal. ¿Y?,
preguntaba.
En
estas memorias quiere reivindicar la memoria de su madre y el lugar que le
corresponde, y, por supuesto, que su hermana y él ocupen su lugar.
«…
todo iba a cambiar para nosotros de la forma más radical y dramática. La vida… nunca
pensé que todos aquellos cambios pudiesen significar nada especial… No me queda
más remedio que volverá a remitirme a rancias informaciones de prensa para
hablar de algo que yo viví sin saberlo…», cuando su madre él tenía 6 años,
continúo, «… se la llevó con 38 años. Los años de mi infancia terminaban de
forma abrupta y dolorosa. Vivimos sin saberlo los últimos días de paz y
tranquilidad… días de miedo y de hambre». Su madre, la actriz Carmen Ruiz
Moragas murió de cáncer el 12 de junio de 1936, el 17 de julio de ese mismo año
empezaría la guerra civil española.
«Mi
abuelo estaba todo el día triste… Sin duda pensaba en nosotros, éramos
demasiado pequeños y él demasiado mayor». ¿Dónde estaba Alfonso XIII? Se
exilió de España el 12 de abril de 1931 a Francia. Y sigo con algún episodio
suelto de su infancia y adolescencia, la que más me interesó. Hay un momento
que narra algo verdaderamente cruel, demuestra que la infancia sin su madre,
aunque estuviera el abuelo, mayor y preocupado por un futuro incierto, estaba
desprotegida, «Paca y Filomena (las criadas) me hicieron salir hasta un
descampado que había enfrente de casa para enseñarme unos cadáveres…” han dado
el paseo”. Pienso que la visión de ese tipo de cosas siempre debe evitársele a
un niño (tenía 6 años) … Ellas sabrían por qué lo hicieron».
Otro
episodio que me llamó la atención es el de Rusia. Mi padre contaba como a mi
abuela la asaltaron en la calle y quisieron llevarse a mi padre, casi las mismas
palabras que narra el autor, quizás no sea tan descabellado pensar que coincidieran
aquel día. Como que esos golfillos de los que él habla y entre los que se
incluyen, uno de ellos no fuera mi padre, «junto a un montón de niños más,
viajaba gratis sentado en los topes de los tranvías…». Mi padre fue uno de aquellos
niños hambrientos que recorrían Madrid y se refugiaban en el metro en plena
guerra civil. «Madrid se convirtió en escenario de lo que muy bien califico
de “guerra civil dentro de guerra civil”». La muerte de su abuelo fue un
duro golpe, escribe, «Él fue, además, el último eslabón que nos ataba a
aquel pasado feliz y perdido».
Arrastró, como dice, una ardua existencia bajo el
estigma de la bastardía. Se señala a la mujer, a los hijos, pero ¿al rey? Creo
que se merecía hoy, en su efeméride su lugar, ¿por qué? Porque recuerdo su
lucha incansable por ser reconocido, un hijo exigiendo su lugar, no sé quizá
sea yo, pero no lo veo descabellado. Hace un recorrido por episodios muy
relevantes de nuestra historia, desde su experiencia, por supuesto. Es un
hombre muy emotivo y, ojito, muy directo. Es la lucha de un hombre por su
identidad.
¡Feliz lectura!
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