El Dios de nuestros padres de Aldo Cazzullo

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#ElDiosdenuestrospadres

#AldoCazzullo

Traducción #AriannaAlessandro

Edita #HarperCollins

 

Sinopsis

 


El Dios de nuestros padres es un libro apasionante y evocador que nos lleva a las raíces de nuestra cultura y nuestras familias.

Nuestros padres estaban convencidos de que vivían bajo la mirada de Dios. Su existencia era tan cierta como la salida y la puesta del sol. Hoy hemos dejado de creerlo, incluso de pensar en ello. Y ya nadie lee la Biblia. En cambio, se trata de un libro soberbio que bien puede leerse como una gran novela.

Aldo Cazzullo, uno de los grandes autores italianos contemporáneos, repasa con precisión y extraordinaria maestría lo que denomina como «la autobiografía de Dios». Desde la Creación, Adán y Eva, pasando por la historia de Jacob, Moisés o Judit, hasta la gran esperanza de la resurrección y de un salvador que viene a redimir a la humanidad para los cristianos, Jesús.

Una obra magna que evoca historias de fascinación milenaria y regala al lector un relato que recorre la Biblia como nunca antes se había hecho.

 

 


Impresiones

 

De niña en el colegio leíamos la Biblia o, mejor dicho, nos leían, quizá leer no se me diera muy bien, pero os garantizo que escuchar sí, y me aterraba cierta idea, Dios castigaba, Dios es el Padre de todos los seres, luego llegaba a casa y observaba a mi padre, nunca me levantaba la voz, nunca me castigaba, no era vengativo, me saltaba muchas de sus prohibiciones, pero jamás me dijo «… porque el día que comas de él, tendrás que morir», eso le dijo Dios a Adán si desobedecía. Recuerdo de niña, muy niña, «Gemma no te subas al muro que te vas a caer y luego te voy a castigar», me subí, me caí y me hice una herida, me colmó de besos, aprendí que mis padres velaban por mí, me querían y protegían, aunque cometiera errores.

                Un recuerdo de aquellas lecturas soporíferas, la profesora leyó cómo surgió la mujer de la costilla de Adán, la Gemmita de aquel tiempo, cómo la de ahora, no se queda con dudas, aunque al hacer las preguntas se rían, se mofen o sean condescendientes. Gemmita levantó la mano y dijo, ¿entonces los niños tienen una costilla menos? «No hace más que decir tonterías», me dijo, bueno pues yo lo veía más que evidente, pero, en fin. Muchos años después me quedé con la viñeta de Mafalda grabada en la memoria, no sabéis cuál, buscad.

                Un Dios que maldice cada dos por tres, «… pongo hostilidad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia… Mucho te haré sufrir…», no añado nada, prosigo. Aldo Cazzullo va examinando fragmentos de la Biblia y relacionando ideas que me han parecido más que interesante, por ejemplo, yo no había caído en ello, tiene lógica. Crear un hijo puede ser más o menos placentero, parir no, esta rodeado de dolor y sufrimiento, muchos pensaron que, si era así, tenía que existir una maldición de Dios detrás de eso, significaba que la mujer tenía o había cometido un pecado terrible, en cierta forma la Biblia intenta dar explicación a ciertas preguntas existenciales, el hombre no soporta la incertidumbre y se agarra a cualquier explicación que encaje en sus ideas o pensamientos, sesgo de confirmación.

                Otro pasaje de mi infancia, la dichosa serpiente, la culpa de la mujer, yo no veía que la culpa fuera de ella, Dios había creado a todos los seres, pues no sé, parte de responsabilidad tenía, ¿no? Y mis padres me decían, no hagas lo que te dicen los demás, piensa primero si te interesa, luego no te quejes, pues eso, Adán que lo hubiese pensado dos veces, que fácil es escurrir el bulto.

 

«No todo en la Biblia es lógico, racional, comprensible…»




 

¿Por qué no lo es? Nos habla de incesto, nos habla de venganza, castigos, de que los segundos hijos prevalecen sobre los primeros, de sacrificios de todo tipo para alegran a Dios… Nos hizo a su imagen y semejanza.

 

No voy a seguir, una lectura que me ha gustado muchísimo y que a pesar de lo dicho y lo expuesto, muchas veces me gustaría creer, creo en un ser superior, por supuesto, siempre hay un principio que carece de respuesta, pero me gustaría tener esa fe ciega de que tras esta vida nos espera otra mejor o nos esperan los seres queridos, que tras la muerte hay…

 

En resumen, para las redes, interesante propuesta el ensayo de Aldo Cazzullo, no he podido evitar comparar la lectura y la reflexión del autor con mi propia experiencia, aquel primer contacto en mi infancia con la Biblia, la comparación de Dios padre con mi propio padre, un Dios que castiga y vengativo con un padre que arropa y protege, así se formó mi percepción de la autoridad y del amor. Siempre fui una niña curiosa, pero sobre todo lógica, la anécdota de la costilla de Adán y mi castigo por insinuar que los niños tienen una costilla menos, denotaba que quien nos leía las sagradas escrituras no reflexionaba lo que leía. El autor invita a una lectura diferente de la Biblia, más allá de la fe, un análisis más humano y crítico. Es normal que muchas personas se alejen de la religión tras leer la Biblia, Dios se presenta como un ser oscuro, no se niega su valor a lo largo de los siglos, da respuesta a preguntas existenciales, aterradoras, por ejemplo, el dolor del parto, ¿por qué se sufre tanto en algo que debería ser natural? Leed. He crecido escuchando siempre en la boca de los religiosos «la culpa», todo es culpa, pecado y culpa, me cuestioné la culpa de Eva con la manzana, parte de responsabilidad es de la serpiente, de Dios por crearla mala, no olvidemos que todos los seres son creados por él, TODOS, y de Adán por no pensar en las consecuencias, pero a esa conclusión llegué gracias a mis padres, antes de actuar, piensa si te interesa. La Biblia es un compendio de textos escritos por humanos a lo largo de siglos, reflejando sus propias ideas, miedos, venganzas y aspiraciones. El ser humano es complejo, eso deja de manifiesto esta lectura, la complejidad moral y narrativa que la obra contiene, y que a menudo contradice la imagen de un Dios todopoderoso y benevolente. La afirmación "Nos hizo a su imagen y semejanza" cobra una nueva dimensión cuando se observan estas imperfecciones.

 

 

¡Feliz lectura!

 

 

 

Autor

 

ALDO CAZZULLO nació en Alba, provincia de Piamonte, en 1966. Lleva treinta y cinco años informando de los principales acontecimientos italianos e internacionales, primero en la Stampa, y luego en el Corriere della Sera, del que es vicedirector ad personam y responsable de la sección de Cartas al director. Ha publicado treinta libros sobre la historia y la identidad italiana, vendiendo más de un millón y medio de ejemplares. Presenta además el programa Una giornata particulare en el canal de televisión La7. Roma. El imperio infinito es su primer libro publicado por HarperCollins.

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