Redes de Eloy Moreno
Hi
#Redes
#EloyMoreno
Edita #Nubedetinta
Sinopsis
Emotiva, conmovedora,
diferente... Redes narra, a través de los ojos de una adolescente,
una historia que se ha convertido en la realidad de todos nosotros.
¿Cuántos likes vale
tu felicidad?
Se pasa unas horas más viendo los
viajes maravillosos, los cuerpos perfectos y todos los outfits que se
prueban cada día los influencers. Y se siente mal porque ella no puede
llevar la vida que ve en las redes, sabe que nunca podrá alcanzar una felicidad
así.
Impresiones
Voy a cambiar la dinámica
habitual de mis reseñas. Hoy, comparto las frases que me hicieron detenerme,
pensar, fotografiar y postear. Acompañadas de una reflexión breve, como en las
redes:
«Afortunadamente estaban tan
ocupados en sus pantallas (los padres) que no se han fijado que me estaba cayendo
una lágrima (a la hija)». Brutal la frase, ausencia afectiva. ¿Quién cuida
a esa niña? La realidad de muchas casas.
«Empecemos a manejar el rebaño».
Esta frase la dice el presidente de Meeteen, es una red social para menores
de dieciocho años. Voy a la explicación, que sabemos, pero nos negamos a ver.
Meeteen tiene una política muy estricta, es una red para menores, si detecta un
adulto, lo echa y lo bloquea. Ya, pero ¿cómo sabe que es un menor? Porque
tienes que dar permiso a tu ubicación, sí o sí, y por supuesto, acceso a tu móvil
a tus fotos, a tus vídeos… Un adulto no tiene los mismos movimientos que un menor.
Este hombre es insaciable, ahora quiere lanzar una red Kidteen, los pequeños
son más influenciables, si pones divertidos muñecos, chuches y juguetes,
enganchado, vídeos idiotas donde metes unos cuantos anuncios. Pero los pequeños
no tiene móvil, ya, pero ¿cuántos bebes no veis trasteando en el metro, salas
de espera con el móvil de mamá o papá? «Y los padres encantados porque así
los niños no molestan». La lógica
perversa de Meeteen… Y los padres, felices de tener niños callados.
«En cuanto promocionan
algo (influencers a los que se les paga por tal…), la mayoría de sus seguidores
lo compran». Impactante y verdadero. Una maquinaria de consumo que empieza
con un click, aquí hay muchas inseguridades. Lo disfrazan de autenticidad, terrible.
«¿Qué vio un chico con casi
500000 seguidores en una chica tan normal, tan nadie, tan nada como yo?».
Sí, la baja autoestima es la clave, fijaos en su amiga Kiri, sin redes
sociales. ¿Quién es más libre Betty o Kiri?
«Porque cada vez que veo todas
esas vidas tan perfectas en internet me doy cuenta de que la mía es muy
aburrida». Comparan un segundo o quizás quince minutos que es lo que tardan
en sacar la foto perfecta con toda una vida, un segundo de exposición con toda
una vida, ¿no es descabellado y absurdo? Intenta explicar esto. Muy común.
«… es lo mejor de esta red
social que siempre hay gente interactuando», ¿de verdad es iteración? Yo
pongo una reseña y recibo manitas aplaudiendo, pulgares hacia arriba, no hace
mucho escribí que llevaba una semana de pena y me felicitaron. Yo lo veo como
ruido.
«Porque me gusta mucho y
encima es quien es…». ¿Le ama por quién es o por lo que tiene?
«Niños escaparates que sus
padres utilizan en las redes» Suben los likes, aquí prefiero no decir nada,
porque esto me parece TERRIBLE, lo dije. No hay excusa.
«Su identidad ha dejado de ser
suya, ya es de todos», esas fotos con poca ropa o sin ella, ¿de verdad creéis
en la privacidad de las redes? ¿Dónde empieza el consentimiento?
«Y es ahora cuando empieza a
hacerse las preguntas que debería haberse hecho antes de enviar la imagen». Esto
es de urgente necesidad, pensad antes de actuar, hay tantas cosas que no pueden
recomponerse, luego hay que cargar con las consecuencias. Educación emocional y
digital, YA.
«Han encontrado en el móvil lo
que no encuentran en la persona de al lado», que peligroso es creerse esos
segundos de exposición, esas vidas perfectas y sin altibajos, que peligroso es
idealizar y desear lo que no tienes. Sal y búscalo, luego ven y me cuentas lo
ideal que es, me remito a Xaxa. Desoladora la frase, es una desconexión total
de la realidad.
«Es que no quiero volver a
llevarme una decepción», el miedo al rechazo hace que uno se vuelva sumiso
y permisivo, peligroso.
«No te imaginas la cantidad de
adolescentes rotos que no son capaces de entender que un día están arriba y al
día siguiente no son nadie», me hago una pequeña idea, me pasó a mí, de tener
200 de likes en mis publicaciones a 50, si llega, de una visualización de 1500
a 300. Fue un shock. Tomé mi tiempo, reflexioné y me di cuenta de que soy una
más de billones que dan contenido en las redes, a mí no me pagan, lo mío es amor
al arte. Me afectó, y mucho, así que análisis y ahora acepto lo que soy en
este mundo y mi reencuentro con las redes es más formal menos visceral. Sin DEPENDENCIA.
«—No he visto nada más estúpido
en mi vida, sentarse a ver como otros juegan a los videojuegos… —se dirige al
salón para sentarse al sofá y ver cómo (otros) juegan al fútbol». ¿No es lo
mismo?, eso decís, ¿estáis seguros que no es lo mismo?, pues yo así, a simple
vista, creo que tu hijo piensa que es lo mismo. Esta es de la más ingeniosas
que tiene el libro y nos señala como las perspectivas de cada individuo cambian.
«—Sí, lo anuncié en mis redes
anoche porque me pagan un montón por hacerlo, y por eso puedo permitirme hacer
el ridículo. Pero lo tuyo es peor, estás haciendo el mismo ridículo que yo y
encima te ha costado dinero».
Y con esta frase tan potente
quiero terminar, pero antes un inciso. Este producto ridículo que Xaxa anunció
en su canal y su compañera se ha comprado, es un jersey horterísimo con un loro
cámara sobre el hombro que viola todos los derechos de privacidad, ¿ficción o
posible realidad? Sobre el jersey me sucedió una cosa parecida. A mí me recordó
a las cartas Pokémon que mis hijos quieren porque un youtuber las abre. ¿Culpa
del influencer? ¿De la empresa? ¿Mía, por ceder?
¿Por qué estás aquí? ¿Qué buscas?
¿Qué te falta?
Soledad, miedo, ausencia de afecto… Quizá esa sea la verdadera raíz. Las redes
no son malas. Son herramientas. La clave está en cómo las usamos. A veces este
mundo es un refugio de la realidad que soportamos, una forma de aislarse, en
pocas dosis no es mal, si hay dependencia sí. Este libro no solo está dirigido
a menores de edad, también a los adultos como usuarios de redes y como padres
de niños usuarios. Cada frase elegida, abre un debate intenso y muy
recomendable, se nos está yendo de las manos, se diluye los límites. La
tecnología crea barreras dentro del hogar, tuve que prohibir los móviles, las
tabletas y cualquier dispositivo a la hora de las comidas, en las películas de
familia y en las vacaciones, un horario. «Empecemos a manejar el rebaño» es
una frase que pone los pelos como escarpias, tan poco genuinos somos, tan predecibles
y poco originales, ovejas. Tenemos que tomar conciencia y responsabilidad
digital. Recordad, sucumbir al impulso no es culpa de las redes ni del
influencer, a él le pagan, a ti, no, decide si te conviene. Muy recomendable.
¡Feliz lectura!
Autor
ELOY MORENO (Castellón)
se lanzó en 2010 a la aventura de autopublicar su primera novela, El
bolígrafo de gel verde, de la que ha vendido más de doscientos mil ejemplares.
Su segunda obra, Lo que encontré bajo el sofá (2013), volvió a
conectar con miles de lectores. En 2015 publicó El regalo, recibiendo gran
reconocimiento tanto en ventas como por parte de la crítica. En 2018
publicó Invisible, un best seller traducido a varios idiomas y adaptado a
serie por Disney+. Sus últimas novelas, Tierra (2020), Diferente (2021)
y Cuando era divertido (2022) han sido un rotundo éxito entre los
lectores.
También ha
publicado la colección de Cuentos para entender el mundo, dirigida tanto a
adultos como a niños, incluida como lectura en centenares de centros
educativos. Cuentos para contar entre dos, es su último proyecto, una
colección de libros dirigidos al público infantil. Con más de un millón y medio
de ejemplares vendidos, Eloy Moreno es uno de los escritores más leídos y
queridos, por su capacidad de abordar temas universales con una sensibilidad
única y siempre desde puntos de vista sorprendentes.
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