Cuentos y prosas breves de Katherine Manseield

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#Cuentosyprosasbreves

#KatherineManseield

Traducción y Edición #PatriciaDíazPereda

Edita #PáginasdeEspuma

 




Sinopsis

 

Virginia Woolf anotó en su diario que Katherine Mansfield «escribía todo el día», y este Cuentos y prosas breves da testimonio al lector de la escritura, casi compulsiva, que la neozelandesa llevó a cabo desde la infancia hasta pocos meses antes de su muerte en 1923. En la lectura de estos textos se evidencia la necesidad que tenía de poner por escrito mucho de lo que pasaba por su mente, por su imaginación, por su vida diaria. Y no descubrimos nada nuevo si señalamos su asombrosa capacidad de observación y su maestría para reproducir hasta el más mínimo detalle, de su magnífica capacidad para hacer visible un ambiente determinado y transmitirlo sin necesidad de muchas palabras.

El volumen que presentamos recopila, por primera vez en español y en orden cronológico, tanto los relatos que la autora publicó en vida en diversas revistas como los cuentos y prosas breves de los cuadernos de notas, con el deseo de presentar al lector todo el material inédito en nuestra lengua hasta la fecha.

Estas páginas –seleccionadas y traducidas por Patricia Díaz Pereda– acercan al lector al universo creativo de Mansfield y permiten descubrir su evolución como escritora a la par que intentan completar el retrato literario de una de las grandes innovadoras y maestras del relato corto en lengua inglesa.

 





Impresiones




 

«”Si brillara el sol me volvería loca” pensó “Gracias a Dios que llueve”»

 

La recopilación de la obra de una autora impulsiva, cartas, relatos breves, algunos acabados y otros no, notas…, un largo recorrido sobre esa escritura que descarga, directa, una prosa delicada, una mujer observadora, todo ello se ve a través de la lectura de esta obra, también su miedo a la muerte, a la soledad que la devoraba. La conciencia de sus personajes, los pensamientos, sus sensaciones…, su voz proyectad en ellos. Depresiva, inadaptada, enferma, sola, asustada y dolida. Mal humor.

 


                No he contabilizado los adjetivos como oscuro, el color negro a lo largo del texto, tampoco la idea de fin, pero el texto va pesando como una losa, he tenido que leer despacio, dejando días, en algunos casos casi semanas entre relato o texto, porque pesaba ese estado de abatimiento. Las habitaciones oscuras, los pijamas como sudarios, las horquillas negras, «Así que te quedas allí tumbada, callada, hasta que un trozo de oscuridad se arrastra bajo la cama, se esconde allí y empieza a salir, cada vez más cerca, más cerca, más cerca…». «¡Ay, mamá, ¡qué pasillos tan oscuros!», miedo y ansiedad.

 

 

No conocía a la autora, una mujer que uso la escritura como descarga, escribía compulsivamente, tremenda su imaginación. Sus relatos, sus escritos, tienen una melancolía que me ha costado, a veces oprimía, esta claro que su estado de ánimo al escribir lo volcaba en cada descripción, diálogo, escena. La frase elegida para iniciar estas impresiones marca precisamente lo que digo, su agotamiento emocional, encuentra consuelo en los días oscuros y tristes, lluviosos, el sol la desquiciaría porque contradice su ánimo. No es una autora de muchas palabras, con pocas, logra decirnos que el día esta lluvioso, pero también su espíritu atormentado. El miedo a la muerte, a la soledad, esos miedos suyos se proyectan en sus personajes. Una autora marcada por la muerte de un hermano y por sus diferentes enfermedades. Estos textos me han inducido un estado de abatimiento tremendo, he dejado días para digerir lo leído y quitarme esa losa que trasmiten sus letras. Una gran oportunidad que se me ofreció de conocer a una autora magistral del relato intimo a niveles bárbaros.

 

¡Feliz lectura!

 

 


 

Autora

 

Katherine Mansfield (Wellington, Nueva Zelanda, 14 de octubre de 1888-Fontainebleau, Francia, 9 de enero de 1923) es considerada una importante figura del modernismo literario. En 1898 publicó su primer cuento en la revista del colegio. Publicó 12 cuentos en la revista New Age. Más tarde, estas historias fueron publicadas en un libro con el título de En una pensión alemana, pero tuvo poco éxito. 

La muerte de su hermano la dejó muy afectada, por lo que empezó a refugiarse en sus recuerdos de la infancia, cuando vivía en Nueva Zelanda. A principios de 1916 entró en su época más productiva. En diciembre de 1917, enfermó de tuberculosis, por lo que empezó a viajar por toda Europa buscando una cura para la enfermedad. Publicó su segundo libro de cuentos, Preludio y en 1920 su tercero, Por favor, que fue un gran éxito. En 1921, se trasladó a Suiza, donde escribió El viaje. Un año después publicó su cuarto libro de cuentos, La fiesta en el jardín. Una hemorragia pulmonar le provocó la muerte a los 34 años. Su marido recopiló todos sus escritos y los publicó en un libro titulado El canto del cisne ese mismo año. Al año siguiente hizo lo mismo en un libro titulado Algo infantil. Posteriormente publicó también su diario Diario de Katherine Mansfield (1927) y Cartas de Katherine Mansfield (1928).

 

 

 

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