Tiempo de amar de Marcos Giralt Torrente

Hi


 


#Tiempodeamar

#MarcosGiraltTorrente

Edita #Anagrama

 

 

Sinopsis

Toda narración, incluso aquella que pretende imitar la vida, es una ficción. Un artificio. El escritor sale al mundo y nos devuelve una visión de la vida, no la vida. Partiendo de esta premisa, Marcos Giralt Torrente se enfrenta en este relato íntimo a un tema universal: la muerte del padre.

A partir del dolor por la pérdida, reconstruye la relación con su padre, el tiempo de vida que compartió con él, con asombroso afán de fidelidad. Sin eludir las zonas de penumbra, pero sin recrearse en ellas, sorteando con equilibrio cualquier exceso. De esa forma, con ayuda de una prosa hipnótica y concisa, la propia experiencia se transforma en experiencia de todos. El resultado es un libro conmovedor que abraza y golpea a un tiempo. Ni un homenaje ni un ajuste de cuentas. Un intento de comprender la relación más compleja que cabe entre dos personas.

El retrato de un padre y un hijo. Un inventario de vida en el que casi nada se calla y en el que, por eso, aparece la vida tal y como es: con sus tristezas y encrucijadas, pero también con sus jubilosos descubrimientos.

 

Impresiones


 

«… en eso consiste la muerte, dejar preguntas sin responder»

Resumiría esta lectura en, a veces falta y otra sobra. Una novela intimista, tras la muerte de su padre busca esas respuestas a través de la memoria, «¿Dónde acaban, dónde me conducen los escasos recuerdos que puedo evocar?». Recuperar al padre ausente, «Es necesario que me remonte en el tiempo si quiero trazar un retrato comprensible de mi padre».

            ¿Qué rompió su relación, si alguna vez la hubo? «A veces me alío con mi padre, pero con quien me quedo es con mi madre». La primera decepción llegó cuando descubrió la mentira, cuando fue relegado a un segundo plano, eso marcó la distancia, «Los silencios ocurren cuando me oculta algo que sé me oculta, él sabe lo que es y yo sé que él sabe que lo sé», y yo añado, «pero parece que no le importa», no hay nada peor para un adolescente, sentir esa indiferencia.

            Ser hijo de un artista reconocido y de una madre sin previsión de futuro, no debió de ser fácil, «… aprendo a no atrincherarme en lo propio, a apreciar la variedad».

«La vida no se detiene»

            Hay puntos concretos que llaman mi atención, la ausencia intermitente de un padre y el efecto que tiene en el autor, huye de la responsabilidad, huye de no saber hacerlo, de qué tiene miedo, la búsqueda de esas preguntas que se planteó y tras la muerte de Juan Giralt, su padre, regresan con más fuerza, son las que me interesan. Algunos puntos son interesantes, otros me parecen relleno, muy aburridos. ¿Por qué pasa esto? Porque en unos puntos intenta ser íntimo y, en otros, peca de lo universal que he leído hasta la saciedad, pero también se debe a la construcción, la memoria no es lineal, el presente y el pasado se mezclan, eso puede ser inconsistente para el lector, no mantiene un ritmo constante. El autor intenta reconstruir la relación con su padre tras la muerte de este, una forma de recuperar a ese padre que dejó años vacíos y, a pesar de su ausencia, causa un profundo dolor su muerte. Una relación compleja, marcada por la amante y luego segunda mujer de su padre. El duelo, la ausencia de un padre, la complejidad de las relaciones familiares y la búsqueda de respuestas a través de la memoria.  

 

 

¡Feliz lectura!

 

 

Autor

Marcos Giralt Torrente (Madrid, 1968) es autor de una decena de novelas y colecciones de relatos que le han procurado un sólido prestigio como narrador. Debutó en 1995 con los cuentos de Entiéndame, tras los que vinieron, entre otros libros, las novelas París (Premio Herralde de Novela 1999): «Casi poesía, una ópera prima de rara belleza» (Rita Sala, Il Messaggero) y Los seres felices (2002): «Una novela redonda» (J. Ernesto Ayala-Dip, Babelia). En 2010 publicó la novela autobiográfica Tiempo de vida (Premio Nacional de Narrativa y Premio Strega Europeo): «Soberbio» (Javier Cercas), «Un texto sanador» (Rosa Montero), «Uno de los testimonios autobiográficos más hermosos sobre la relación paternofilial» (Fernando Aramburu), «Un libro perfecto e irrepetible» (Rodrigo Fresán). Siguieron los libros de cuentos El final del amor (Premio Ribera del Duero de Narrativa Breve 2011): «Una colección estelar de historias acerca de los misterios y los altibajos del amor» (Kirkus Reviews) y Mudar de piel (2018): «Un libro que enseña a vivir» (Elena Poniatowska). La miscelánea de ensayos, crónicas y textos autobiográficos Algún día seré recuerdo (2023): «Un libro excepcional» (Carlos Pardo, Babelia), «Un libro de fascinante lectura» (Jesús Ferrer, La Razón), «Un libro repleto de tesoros» (Iñaki Ezquerra, El Correo). 

Comentarios

Entradas populares