Frida Kahlo
Hi
Más allá del marketing, más
allá de la leyenda que se creó a su alrededor, existe la mujer, la primera
artista en exponer de manera franca la realidad femenina, el dolor, la
sexualidad, el aborto, la maternidad, la infertilidad y la infidelidad, no hace
falta seguir, ¿a que no? Rompió tabúes, podríamos decir en pocas palabras, y
existe una Frida Kahlo para cada modelo femenino, la Frida sumisa, la Frida
valiente, la cabezota, la artista, la rebelde, la que no se doblegó…, pero ¿cuál
de todas era la verdadera? ¿O eran todas?
«Me pinto a mí misma
porque paso mucho tiempo sola»
Su debilidad no estuvo en
su pierna derecha, aquella en la que se cebó la poliomielitis, ni en su cuerpo maltrecho
tras el accidente con el tranvía, su debilidad fue su forma de amar, Diego Rivera,
con el que se casó en 1929. El amor no tenía nada de sencillo, una mujer que
pintaba con libertad su cuerpo y su pensamiento, rompiendo reglas y tabúes, tenía
un punto vulnerable, ¿era una mujer sumisa antes Diego? Yo no lo creo, pudo
renunciar o parece que renunció, pero quizá, tras leer alguna de sus cartas, pienso
que fue elección suya, quería explorar ese camino domestico de la ama de casa.
No era una esposa sumisa, no me lo parece.
La vida la golpeó con fuerza, pero de cada golpe ella
misma lo dice, salió fortalecida, la pintura canalizaba esa lucha, su arte como
resistencia. «Odiaba que la consideraran enferma o la subestimaran…». La
pintura fue un ejercicio de introspección, una autoconocimiento, la mayoría de
las personas no se analizan como lo hizo ella, ni intentan entender su cuerpo
como lo hizo ella, un espejo en el techo, una idea osada con un resultado
insospechado. Era una estudiante brillante, una joven con la mente despierta,
lectora voraz y mujer inteligente, ¿qué vio Frida en Diego? Se lo preguntaron
sus padres y todos aquellos que tuvieron relación con la pareja.
«Sufrí dos accidentes
graves en la vida. El primero ocurrió cuando me atropelló un tranvía… El otro
accidente es Diego. Diego fue de lejos el peor»
Diego Rivera dijo, «Entre
más amaba a una mujer, más la quería lastimar. Frida fue solo la víctima más
evidente de esa repugnante característica», esta reflexión o confesión no
sirve cuando el daño ya está hecho, soy así y no puedo evitarlo, es
despreciable.
No se puede hablar de Frida
Kahlo en un parque o en una cafetería, que se puede, sí, pero lo ideal es ir a
ver arte, ella no fue amiga de que la encasillaran en ningún estilo, se enfadó
en alguna ocasión, pero os dejo que leáis más sobre ella. Os dejo las
exposiciones que visité con esta lectura.
En CentroCentro somos arte, en Palacio Cibeles, 1, Retiro,
Madrid tenemos la exposición Instante eterno en el jardín. El jardín, como espacio lúdico y de
contemplación, como un rincón de protección y como lugar de paraíso y deseo
—pero también de exceso y caída— es el eje conductor de la exposición Instante
eterno en el jardín, que reúne obras de Cristina Almodóvar, Chus
García-Fraile y Daniel Verbis.
Y también tenemos la exposición Tres experiencias formales propone una reflexión sobre la escultura contemporánea, a
partir de la obra de tres talentosas artistas: Núria Fuster, Clara
Montoya y Sandra Val. Aunque su lenguaje plástico es muy
diferenciado, sus obras se presentan aquí como tres modelos de investigación,
en los que la tradición formalista de la escultura se despliega. A pesar de su
carácter experimental, este formalismo no renuncia sin embargo a expresar
determinados contenidos.
Un poco más arriba junto a la boca de metro de Sevilla,
tenemos Sala Alcalá 31 con la exposición de Alfredo Alcain. Una retrospectiva La
exposición reúne más de 150 obras a través de muy diversas técnicas: desde el
dibujo o la pintura hasta la escultura o la obra gráfica, además de un
audiovisual sobre el altar que Alcain instaló en 1970 en el Museo de Arte
Contemporáneo Vicente Aguilera Cerni (Villafamés, Castellón).
Frida Kahlo, más allá del
mito, de la leyenda, de todo el marketing que genera su figura, es una mujer
compleja, no fue lineal, estuvo llena de contradicciones, de ahí mi admiración.
Pinto sin filtros a la mujer, rompiendo con muchos tabúes. Su arte como un
ejercicio introspectivo y de autoconocimiento, ¿sí o no? El arte como
resistencia. Y os dejo unas pocas exposiciones que podrían perfectamente conectar
la reflexión sobre Frida con el arte contemporáneo y sus temas, esta reflexión pertenece
a mi amiga Julia que entiende muchísimo más de arte que yo:
Instante eterno en el
jardín (CentroCentro, Palacio Cibeles): La conexión con "el jardín
como espacio lúdico y de contemplación" se relaciona con la idea del
paraíso y la caída, un tema muy presente en la vida y el arte de Frida (el
jardín de la Casa Azul, el contraste entre la vida y la muerte).
Tres experiencias
formales (CentroCentro, Palacio Cibeles): La reflexión sobre la escultura
contemporánea y la tradición formalista permite contrastar el arte de Frida,
que se centró en la figura humana y la expresión emocional directa, con las
tendencias más conceptuales.
Navarro Baldeweg, arquitecto, pintor y escultor..., no os privo de que descubráis u a conexión.
Alfredo Alcain, Una
retrospectiva (Sala Alcalá 31): Explorar una retrospectiva es similar a
analizar una vida entera (como la de Frida) a través de su obra, viendo cómo
evolucionan sus temas y técnicas.
¡Feliz lectura y visita!
Comentarios
Publicar un comentario