Intrigas­ + Fetiches de Violenta Moss

 


Sinopsis

 

Carlos Mir es un alto directivo, candidato a suceder al presidente de Telsa, una de las grandes tecnológicas españolas. Cuando descubre que otra persona va a hacerse finalmente con el cargo, iniciará una serie de oscuras maniobras para deshacerse de cualquiera que se interponga en su camino.
Madame Carmen es una elegante y enigmática mujer que dirige un extraño club privado en el que se citan los amantes del fetichismo y el sexo poco convencional.
Sofía Labiaga es Consejera en la Comunidad de Madrid y recaudadora para el Partido, una política en busca de riqueza y cuota de poder. Acumula tanto dinero negro que necesita encontrar la manera de ponerlo a buen recaudo.
Los caminos de Carlos, Madame Carmen y Sofía se entrelazan a lo largo de esta trepidante historia de corrupción, sexo y poder que transcurre en el Madrid de la actualidad.

 

 

Opinión

¿Cuál es el hilo de esta novela que se lee en un suspiro? Unos dirán, corrupción, y otros, se centrarán en las relaciones sexuales al más estilo Cincuenta sombras de Grey, imposible pasar por alto esta novela tan aborrecida como leída, por mucho que algunos nieguen haberlo hecho.

 

                Para mí, es el juego de poder. Una teoría formulada por Eric Berne, psiquiatra canadiense, en el año 1974. El jugador A busca un segundo jugador, llamémoslo B, para que haga algo que no quiere.

 

                El poder nunca es equitativo, lo vemos a lo largo de la obra, y este desequilibrio, sea en la relación que sea, está marcado por estrategias psicológicas; que te niegas a firmar los papeles que te ordeno porque son un fraude, pues te destierro a al otro lado del territorio español a un puesto miserable, que te resistes a cumplir mis deseos, pues ataco a tu familia y te demuestro cuan largos son mis tentáculos.

 

                El ritmo de la obra es frenético, y cómo me gusta, no se pierde tiempo en fruslerías innecesarias. Algún apunte histórico o curiosidad, léase, Nuevos Ministerios, me gustó, pero me sacó de la tensión de la caldera y ese técnico vigilado por aguilucho. Puedo decir que me enganchó el estilo narrativo y la estructura de la obra, ir metiendo poco a poco personajes, dando pinceladas de cada uno, aparentemente independientes y lucubrando dónde se juntarían todo. Sí, ya, bajo Telsa (ojito con el nombre) o X-Room.

 

                El final apoteósico lo ves venir cuando se acerca el 100% de la obra y te queda un hilo importantísimo, la desaparición de la secretaria. El método cliffhangher, coitus interruptus, no me gusta, como lectora me produce frustración no saber y tener que esperar. El mérito de esto es hacerlo en el momento adecuado y Violenta Moss lo logra.

 

                 ¿Cuándo es el adecuado? Cuando los personajes están en un momento álgido de tensión. El hilo casi principal de la novela, la presidencia de Telsa, está zanjado, Fausto ha elegido, se va y cierra un capítulo de su vida, pero pone en el punto de mira esa presidencia tras los últimos acontecimientos. ¿Por qué el éxito de tan apabullante método que deja al lector en ascuas?  Os dejo un estudio curioso, efecto Zeigarnik.

 

                No soy de finales abiertos, son polémicos, pero está resuelto francamente bien, es coherente con la historia desde el inicio.

 

                Es increíble como este tipo de argumentos, donde se trata el poder, me fascinan. Los personajes son canallas sin escrúpulos ni remordimientos. Carlos y Sofía producen asco al lector, odiados por muchos y, seguro, que venerados por otros. Pero a mí me generan repulsión. Como lo consiguió hace muchos años Julia Navarro con Historia de un canalla y su personaje, Thomas Spencer, despreciable donde los haya.

 

                Nos adentramos en sus vidas refinadas y curiosas, pero caóticas. Carlos me intrigó lo mismo que hizo aquel joven Thomas Spencer que vimos crecer a lo largo de la novela, veo una similitud en las decisiones y artimañas, sin desmerecer a Sofía, otra arpía. A diferencia de la historia escrita por Julia Navarro, que fue lo que más me disgustó, se reparte la maldad entre varios y no hay arrepentimiento, villanos hasta el final.


 Veremos cómo sigue, que ya tengo en mi eBook la segunda parte.

Intriga + Fetiches

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