La psicóloga de Helene Flood
Sinopsis
Tus recuerdos cambian. La verdad,
no.
El nuevo fenómeno internacional. No has leído nada igual.
Una mañana, después de dejarle un
mensaje en el contestador, el marido de Sara desaparece sin dejar rastro. Ella
creía que Sigurd había quedado con unos amigos, pero ellos tampoco saben dónde
está. Para Sara, Sigurd miente; para la policía, la experiencia de Sara como
psicóloga la convierte en sospechosa. Pero, cuando los detectives descubren que
la vida de Sara está siendo vigilada mediante cámaras y micrófonos ocultos, se
dan cuenta de que ni la verdad es tan obvia, ni la mente tan poderosa.
Opinión
Es un thriller sencillo que se
sigue con facilidad, esto que pude producir cierta desilusión, a mí por el
contrario me mantuvo enganchada. Muy recomendable para los que busquen una lectura
sencilla, pero no por ello falta de giros y entretenida, o los que quieran
adentrarse en el género de thriller psicológico o lo que se conoce también como
domestic noir, puesto muy de moda recientemente.
No
hay trabajo policial, porque Sara, la protagonista es psicóloga y lo que averigüemos,
creamos o sepamos, lo haremos a través de sus ojos y sus oídos. No sabremos más
que ella, y en esto no he pillado a la escritora, hay novelas, narradas en
primera persona que te cuentan pensamientos, emociones de otros protagonistas o
relatan escenas donde ellos no están o duermen, no es creíble. Si somos
avispados, y desde la frialdad que da nuestra posición de lector, tenemos más
opciones que la protagonista de averiguar qué sucedió y por qué.
¿Estamos
seguros que lo que recordamos es tal y como sucedió? Como psicóloga, Sara conoce
la respuesta, NO, la fiabilidad de la mente puesta en duda, los recuerdos están
distorsionados por su propia necesidad. Ser psicóloga no le ayuda en nada. Y lo
que puede suponer una ventaja, como los policías que llevan el caso piensan, sospechando
de ella, para Sara es una gran desventaja. Porque dudará de su memoria. Y es que
existe la falsa creencia de que por ser psicóloga puedes adelantarte a las
decisiones de otras personas cuando las conoces, o manipular la realidad cual
mago, o falsear tus emociones, haciéndote pasar por víctima o afligida viuda, pero
no, fuera de la consulta Sara es como cualquier otra persona, insegura y
cargada con experiencias negativas, que por un lado aportan y por otro restan.
La
mente no puede recordarlo todo, y cuando se le exige que lo haga, para acabar
con la presión, lo rellena con lo que parece más coherente. Sigurd es un buen
marido, es un buen hombre: «No es realista amar y admirar a tu cónyuge cada
segundo del día, cada momento. El mundo no es tan simple. Es lo que es. Todo lo
demás son conclusiones personales», en pocas palabras, cuando todo es perfecto,
hay algo de maquillaje, y Sara, ahora que piensa que él miente, valora momentos
de su relación. «La confianza auténtica es efímera».
Sara
es una mujer quebrada, con una niñez en sombras, y ahora, empieza a asumir los
problemas de sus pacientes, el peso emocional que carga cuando termina cada sesión
es visible hasta para ella, y no está en el mejor momento para enfrentarse a la
muerte de su marido, por eso dudará de la percepción de la realidad. Y cuanto
más intente analizar cada detalle, más se perderá en sí misma, porque para
analizar hay que abrir puertas y ventanas de la mente que llevan años cerradas,
porque sabemos que detrás de cada una de ellas, hay una estancia polvorienta
con problemas no resueltos y preguntas sin respuestas. «Mentimos más a las personas
que nos son más cercanas», y esas mentiras que contamos, poco a poco, nos las
creemos. Si quiere resolver el crimen, tendrá que analizar cada mentira, ya no
vale falsear la realidad o mirar hacia otro lado. ¿Por qué tiene una relación
tan solitaria? ¿Por qué no pregunta a su marido esa falta de comunicación a qué
se debe? Sara sabe que la gente miente, y en cada mentira hay una gran verdad, MIEDO.
Me he visto reflejada en Sara a lo largo de la novela, como ella, cuando se me presentan momentos complicados, más me aferro al trabajo y a la rutina, más quiero guardar distancia con el dolor y el miedo, no escapo de mis sentimientos, me refuerzo para poder enfrentarme a ellos con más frialdad. No me gusta abrir armarios de recuerdos cerrados desde hace años o puertas de la mente bloqueadas, sé que detrás hay más de lo que parece. Me gusta el trabajo que consigue al final de la novela, cuánto me suena.
Me llama la atención, lo tengo desde hace tiempo...
ResponderEliminarPues leeré tu opinión y podremos conversar sobre el carácter intimista de la obra
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