Hasta aquí hemos llegado de Petros Márkaris

 


 

 

Título Hasta aquí hemos llegado 

Autor Petros Márkaris

Editorial Tusquets

 

Sinopsis

 

Atenas no es ya una alegre ciudad mediterránea, sino un escenario de sufrimiento y de pobreza; aunque no hay atascos, porque la gente no tiene dinero para mantener su coche, por la noche las calles desiertas y mal iluminadas parecen abandonadas. Katerina, la hija de Jaritos, sufre una agresión cuando salía de los juzgados, por defender los derechos de unos inmigrantes africanos; todo indica que sus agresores son miembros del cada vez más nutrido partido neonazi Amanecer Dorado. El comisario Jaritos, por su parte, tiene que investigar la aparición del cadáver de Andreas Makridis, un alemán de origen griego que había decidido instalarse en Atenas y abrir una empresa de energía eólica. Aunque Makridis, al parecer, se ha suicidado, un grupo de nuevo cuño, autodenominado los "Griegos de los Años Cincuenta", reivindica su asesinato.

Mientras Katerina se recupera de la agresión, se descubre un segundo cadáver, el del propietario y director de una academia privada. Ha sido ejecutado con un tiro en la sien con una vieja Smith & Wesson, como las que el ejército norteamericano proporcionó a los militares griegos después de la guerra civil. De nuevo, pese a que se trata claramente de un suicidio, los "Griegos de los Años Cincuenta" reivindican esta muerte. No será el último cadáver que se descubra.

 

 

 

Opinión


Sí algo debo marcar, resaltar, señalar y sobresalir en mi reseña es la ambientación, la descripción que hace el autor de Grecia en la crisis económica, la vida social, política y económica perfilada hasta el detalle, y sinceramente da miedo si miro a mi alrededor. Sí, la portada es reveladora, la hucha de cada familia griega está vacía. Pero los políticos incapaces de reconocer su ineptitud, señalan hacia la inmigración y la guerra civil de hace más de cuarenta años, mientras aumentan los impuestos y los precios, ahogando cada familia y negocio.

Creo que es mi primera novela policiaca griega y el estilo del autor me ha gustado, aunquela trama es muy básica,  me faltan giros o más gancho en el trabajo policial.

Esta será una reseña algo diferente porque la marca unas lecturas consecutivas que hacen que mi espíritu, de por sí bastante exceptivo con nuestro futuro y deprimido con la política, me haga plantearme si será una realidad en unos años. Una crisis que nos enseñe las posaderas de nuestra hucha de cerdo vacía.

                Se ahogarán en las lágrimas de sus madres, novela que sigue en mi mente porque continúo sin ver el sentido o quizá ya sí y me niegue a reconocer su acertada visión; Un tío con una bolsa en la cabeza, cuánto más hay que escribir sobre la corrupción política para que...,¿para qué? 

¿Qué es lo que tanto me inquieta de esta novela? La combinación de las dos lecturas anteriores, un escenario tan real que asusta. La política de corrupción lleva al ciudadano de a pie a cerrar las tiendas porque no pueden pagar los impuestos, a no usar el coche porque la gasolina es un lujo y comer una necesidad, y el comisario viaja en autobús a la escena de un crimen. Los políticos malgastan el dinero y exprimen al ciudadano para seguir manteniendo su tren de vida, pero para que el odio no se vierta sobre ellos acusan al inmigrante, y aparece la sombra de los neonazis. Y miro hacia nuestra Historia más reciente. Alemania solicitó un armisticio en la Primera Guerra Mundial, la autoestima de los alemanes estaba baja, había que darles un enemigo al que vencer, que se olvidasen de la crisis y que culparan a otro de sus malas gestiones, los judíos. Una técnica muy habitual, generar el odio para desviar nuestra atención del verdadero problema, una manipulación en toda regla.

 

Hay una frase en la novela cuando Katerina, hija del comisario y abogada de dos senegaleses, es agredida a la puerta de los juzgados, que dice:

«Vosotros, la policía –clamará furiosa una mujer–, nos habéis abandonado, menos mal que existe Amanecer Dorado».

 

                La crisis lleva al descontrol de Grecia, pero la policía esta atada de pies y manos ante los ataques racistas que sufre la ciudad, a quién interesan estas muestras de odio, ¿realmente esos hombres que llegan en patera suben el precio de la luz, de la gasolina, acribillan a impuestos? Los políticos aseguran que el dinero se va en mantener a esa horda humana.

    "Por las noches Atenas parece tan vacía como nuestros bolsillo".

                Así que, reconozco que el thriller quedó sepultado por la visión de una sociedad que veo muy posible en esta España dividida y fragmentada.


Hasta aquí hemos llegado

 


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