Animal de Leticia Sierra

 


 

Título Animal

Autor Leticia Sierra

Editorial Ediciones B

 

Sinopsis

 

Una novela negra bestialmente adictiva.

 

Hay un animal salvaje dormido en nuestro interior. ¿Qué ocurre cuando despierta?

El hallazgo de un cadáver conmociona a los habitantes de una tranquila región rural en Asturias. Se trata de un hombre asesinado con una crueldad extrema, encontrado a pocos metros del prostíbulo local. Aunque era un vecino conocido y respetado, todo parece apuntar a una venganza.

 

Olivia Marassa es una joven y ambiciosa reportera que trabaja para el periódico de la región y ve en este caso la oportunidad de conseguir una gran exclusiva. Todas las televisiones y los grandes diarios quieren dar cobertura al crimen, pero ella juega con una ventaja: conoce el terreno mejor que nadie.

 

Opinión

 

Sí hay algo de lo que no tengo duda es que yo sería una asesina despiadada. Cualquiera puede convertirse en un asesino en un momento dado, porque la mayoría de las personas que matan, no tiene un trastorno mental o una psicopatía. Es complicado asumir para el común de los mortales, que los seres humanos, tenemos una parte animal e instintiva que actúa en una situación de tensión o presión extrema.

                He conocido a Leticia Sierra en la LC que se organizó por su novela, he disfrutado con sus podcasts y comentarios, no he sido una participante activa porque me pilló cerrando temas para mis vacaciones, pero fue enriquecedor leerla y escucharla.

                Tiene un estilo ágil y adictivo, se lee del tirón sin problema, me ha gustado, cuatrocientas y pico páginas que no lo parecen. Capítulos cortos que te hacen decir, uno más, venga otro y te dan las tantas y sigues con el e-book abierto, y mucho diálogo que siempre acelera el ritmo de lectura.

                Sin echarme el pisto, como dirían mis hijos, en el capítulo 12 supe quién era el asesino y en el 15 el motivo. La autolesión infantil es una forma de llamar la atención de los padres, detrás siempre hay un gran dolor emocional que no se sabe canalizar y las heridas son una vía de escape, es demasiado llamativo para que un lector lo pase por alto, sea o no psicólogo, esto hace saltar cualquier alarma.

                Algo que me ha sorprendido es la idealización del periodismo, incluso la propia Olivia Marassa, no creo ni mucho menos que sean éticos, quizá algún periódico, las demandas judiciales se las pasan por el forro de la chaqueta si los beneficios lo merecen. Veo fotos publicadas que me llevo las manos a la cabeza. No creo que ningún periódico dejase de publicar la imagen de Victoria Barreda, por una demanda, y de quién, si el hijo no tiene tutor ni más familia que vele por él. Olivia es un personaje curioso, una avispada periodista, que no sigue el hilo de investigación que le ofrece el propio asesino, con ese cuaderno, que no duda en entregarlo al policía, supongo que el desenlace era demasiado visible y la escritora quiso desviar nuestra atención, era un mal tipo, que empezó en un colegio, de ahí a un banco y luego como administrador de una empresa, no recuerdo de qué. Este último perfil, el de la víctima, no termina de cuajarme, no sigue un patrón, pero he disfrutado de los giros y pistas.


Animal

                 

 


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