De ninguna parte de Julia Navarro

 


 


Título De ninguna parte

Autor Julia Navarro

Editorial Plaza&Janés

 

Sinopsis

 

Abir Nasr es un adolescente que presencia, impotente, el asesinato de su familia durante una misión del ejército israelí en el sur de Líbano. Ante los cadáveres de su madre y hermana pequeña, jura que perseguirá a los asesinos durante el resto de su vida.

 

Noche tras noche la amenaza de Abir irrumpe en el sueño de Jacob Baudin, uno de los soldados que ha participado en la acción mientras cumplía con el servicio militar obligatorio, enfrentándose al dilema de luchar contra enemigos que no ha elegido. Jacob, hijo de padres franceses, no deja de sentirse un emigrante en Israel e intenta reconciliarse con una identidad que le viene dada por su condición de judío.

 

Después de la tragedia, Abir es acogido por unos familiares en París, donde se siente atrapado entre dos mundos irreconciliables, el asfixiante núcleo familiar y la sociedad abierta que le ofrece libertad y que encarnan dos jóvenes: su prima Noura, que se rebela contra las imposiciones del integrismo religioso de su padre y Marion, una adolescente hermosa y vitalista, amiga de su prima, de la que se enamora de forma obsesiva.

 

De ninguna parte es un viaje a los confines de la conciencia de dos hombres que se ven obligados a vivir de acuerdo a unas identidades que no han escogido y de las que es difícil escapar, cuyas vidas se vuelven a cruzar años más tarde en Bruselas bajo el humo de las bombas con las que El Círculo, una organización islamista, siembra el terror en el corazón de Europa.

 

 

Opinión

 

¿Qué es más difícil?

¿Morir o matar?

 

«Quería reflexionar sobre el tema de la inmigración, del desarraigo que provoca abandonar tu país. Nadie se recorre África entera para llegar a una patera y de allí saltar a Europa por gusto. Siempre es fruto de la desesperación, de la miseria o de una guerra», dice Julia Navarro. Su obra trata tres focos importantes, el desencuentro entre oriente y occidente; el desarraigo, ni de aquí ni de allí, de ninguna parte, y la política y el periodismo.

                No es una historia que exonere, pero sí que busca el porqué, en el fondo necesitamos comprender que lleva a un hombre a matar a su hija por vestir minifalda y pintarse los labios de rojo, por qué un acto, tan natural, en una adolescente deshonra a la familia. Pero también necesitamos comprender, por qué alguien decide inmolarse por Alá.

 

«Tengo enemigos que no he elegido», Jacob.

               

                El desarraigo, no es solo cambiar de país, es mucho más. Cuando un individuo se aleja de sus raíces familiares, sociales y culturales, su identidad se ve afectada. Comienza la ansiedad, el miedo, la frustración y la soledad. Julia Navarro nos ofrece el proceso y el resultado de esta palabra. Al alejar a alguien de su país de origen, anular las costumbres que consideraba suyas, ¿qué resulta?

La RAE da una acepción de desarraigo que se ajusta a la perfección, corte de los vínculos afectivos con las personas que formaban parte de nuestra crianza. Abir e Ismael, han perdido una parte de su ser, de forma violenta mueren sus padres y su hermana pequeña, y viajan a casa de otros familiares que se harán cargo de ellos. Deben madurar antes de tiempo, aprenden de golpe el concepto de no retorno en un entorno radicalizado.

Pero ¿qué le sucede a Jacob? La muerte de su padre le va a revelar una vida que desconocía y es su madre la que arranca esas raíces que le daban la identidad y le impondrá otras. Corta sus lazos afectivos y deja de pertenecer al mundo que hasta ese instante conoce. Y ¿qué sucede? Que se queda suspendido en el aire sin saber muy bien por qué hace lo que hace, por qué está donde está. Le alcanza la angustia, la ansiedad, la desconfianza, la soledad, en una palabra, la depresión.

Dos desarraigo, dos procesos, dos resultados.

Emigrar es un proceso de duelo, reconocer y aceptar una perdida, familia, amigos, cultura y lengua, y Julia Navarro lo deja perfectamente plasmado en esta novela. Pero también hay otro proceso, no solo la perdida, también la adaptación, la necesidad de pertenecer, y la escritora nos muestra con la relación Abir y Marion el choque de los dos mundos.

Magnifica historia, pero desde que leí su primera novela, he seguido sus pasos y devorado sus libros, porque sigue con ese estilo fluido y sencillo que hace que las hojas vayan cayendo y las vidas de los personajes empapando. No busca soluciones, no da lecciones de moral, solo cuenta una realidad actual.

 

«Escribir es intentar viajar al abismo del alma de los personajes. Una de las preguntas que no dejo de hacerme es hasta qué punto nuestro origen nos determina, es decir, dónde están los límites de nuestra libertad o cómo esa liber­tad está condicionada.
El desarraigo es un elemento determinante en los dos protagonistas de la novela, y tanto Abir como Jacob comparten un sentimiento: las circunstancias que les han sido dadas les han impedido tener arraigo, raíces, sentirse parte de algo, de una familia, de una sociedad, de un país. Son dos jóvenes que se van haciendo a sí mismos a fuerza de incertidumbre y desesperanza».

 

 

Autor

 

Julia Navarro ha cautivado a millones de lectores con las ocho novelas que ha publicado hasta la fecha: La Hermandad de la Sábana Santa; La Biblia de barro; La sangre de los inocentes; Dime quién soy; Dispara, yo ya estoy muerto; Historia de un canalla; Tú no matarás y De ninguna parte.

Sus libros se han publicado en más de treinta países y de Dime quién soy se ha producido una ambiciosa serie de televisión a cargo de Movistar+.

 De ninguna parte

 

 


Comentarios

Entradas populares