Incluso la muerte miente de Julio César Cano
Título Incluso la
muerte miente
Autor Julio César Cano
Editor Maeva
Sinopsis
El reencuentro en Castellón de
tres amigos que fueron juntos al colegio propiciará que asomen fantasmas
que creían sepultados para siempre y secretos que jamás deberían
desvelarse. Ana es tanatoesteticista, «maquilladora de muertos», tal
como prefiere denominar su profesión; Rubén vive de rentas, pero
ha arruinado su existencia por culpa de los vicios; y Álex ha vuelto
de Santiago de Compostela para, supuestamente, poner en marcha un
proyecto teatral. Cuando hallan el cadáver de un hombre en una discoteca
del centro de la ciudad, que han incendiado para borrar las huellas
del crimen, se disparan todas las alarmas de la policía. Por otro
lado, todos en el equipo del comisario Romerales están muy preocupados por
la extraña ausencia del inspector Monfort, que lleva demasiado tiempo sin
dar señales de vida.
Opinión
Los perfiles son mi mayor
disfrute y Julio César Cano ha construido una saga literaria que no defrauda,
hay tal evolución psicológica en los personajes, pero no solo dentro de esta historia,
sino desde la primera novela a esta última.
«Las mentiras más dolorosas son las que nos contamos a
nosotros mismos».
El ser humano miente para
proyectar de sí mismo una imagen mejorada, pero se miente así mismos cientos de
veces a lo largo del día y de mil formas distintas. Y lo veremos en esta
historia, lo harán porque no quieren aceptar la realidad, por miedo o por culpa
o vergüenza. ¿Quién rechaza a Rubén como peregrino de Les Useres? Se inventa
excusas para asumir su fracaso, promesas que no cumple y con ellas llega la decepción.
Qué real es esto.
Porque
Julio César crea personajes de tinta y papel que traspasan la hoja y se
confunden con personajes de carne y hueso, con defectos y virtudes, con
problemas verdaderos y creados, que se mueven por ciudades como Teruel, restaurantes
y bares que se pueden visitar y existen, con sentimientos que conocemos, porque,
a veces, los hemos padecido. Personajes con sus monólogos interiores, donde se
difumina la fina línea de la realidad y la creencia.
«El dolor avejenta más que el paso de los años».
Mentiras
vinculadas a la felicidad, no tenerla es la fuente de sus males y tenerla la
salvación. Ser peregrino para Rubén significa la aceptación socialmente, que la
gente le de la importancia que se cree merecer, que lo aclamen. El teatro para Álex
es no acabar como Marcela, drogadicta y sola, proyecta sobre el escenario su
salvación. Esas mentiras condicionan la vida de Rubén y Álex, día tras día, con
una sensación perenne de frustración, muestra una vida a la espera de algo.
¿Pero cómo se libera esa frustración que se acumula? De eso va la trama, de muchas
subtramas que se mezclan para ofrecer una realidad plausible.
La
mentira y el engaño como elemento de interacción social.
«Prendo fuego a la iglesia con todos los cabrones
dentro».
Pero
el gran reto de esta novela es adentrarse en la mente de un pirómano. ¿Qué placer
experimentan? Y aquí tenemos las perturbadoras confesiones de un pirómano. Pero
marca la diferencia entre un incendiario y un pirómano, son perfiles
trabajados, estudiados, porque no hay detalle que no se haya contrastado. El
fuego forma parte de su vida, pero para otros de su venganza.
Una
novela muy recomendable. Una trama que engancha.
Autor
Julio César Cano
(1965, Capellades, Barcelona) empezó a escribir después de
trabajar durante años como músico y mánager de grupos. Es conocido, sobre
todo, por su serie del emblemático inspector Monfort, ambientada en
Castellón, donde el autor vive actualmente con su familia. Incluso
la muerte miente es el quinto caso después de Asesinato en
la plaza de la Farola, Mañana, si Dios y el diablo quieren, Ojalá
estuvieras aquí y Flores muertas.
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