Un país con tu nombre de Alejandro Palomas
Título Un país con tu
nombre
Autor Alejandro Palomas
Editorial Destino
Sinopsis
Jon, cuidador de elefantes en el
zoo, y Edith, viuda que vive con sus once gatos, son los únicos habitantes de
una aldea abandonada. Vecinos solitarios primero y ahora buenos amigos, no
imaginan que la noche en que la veleta del viejo campanario gira sobre sí
misma, el ojo del tiempo se posa sobre la aldea y la vida de ambos está a punto
de girar con ella.
La llegada de la primavera trae
consigo una inesperada decisión por parte de la dirección del zoo, a la que se
suma un perturbador anuncio: el Ayuntamiento al que pertenece la aldea
restaurará la casona en ruinas del lago para convertirla en hotel rural. La
doble noticia cambiará de golpe las vidas de Jon y Edith, empujándolos a dar un
paso hasta entonces tímidamente contemplado.
La amistad entre Jon y una
callada elefanta llamada Susi, la relación entre Edith y su hija Violeta,
desencontradas durante décadas, y una hora de la noche —«la hora trémula»— en
la que pasa todo y todo queda conforman Un país con tu nombre: una
historia sobre el amor en mayúsculas, la honestidad con los propios sueños y
sobre la libertad llevada a su expresión más pura.
Opinión
Conozco la hora trémula y con esta frase se me encoge el alma y se me cierra la boca del estómago, yo sé lo que es el contacto de una mano que te aprieta cuando se va, yo lo sé. Y, junto a todo este mar de emociones y sentimientos revueltos, escuché la voz de Alejandro con esa sensibilidad y esa ilusión esperanzada de que la vida puede cambiar...,ay, se abrió un torrente de lágrimas incontrolables, no pude mantener a raya ni alzadas mis barreras, necesité empaparme de la pena de ellos y observar la mía. Fue un encuentro increíble.
«Ver morir a quien quieres es también morir un poco».
Cuando se deja de soñar se acaba el
sentido de la vida, en una sola frase el resumen de esta novela maravillosa,
pero ¿qué he leído de este autor que no me haya gustado? Nada, porque siempre
me deja una resaca literaria que durante días me acompaña, sus lecturas dejan
poso y grandes reflexiones de la vida, como esta en el personaje de Susi.
Parece que hay
una edad para arriesgar y otra para esperar a que el tiempo pase, pero Edith se
niega a que este sea su día a día, esperar sentada, irse con su hija Violeta
que busca culpables para sus pensamientos erróneos.
«Somos sobre todo la suma de nuestras renuncias».
No voy a decir que soñar sea más importante que
respirar y comer, pero una persona que deja de tener sueños, proyectos,
aspiraciones, deseos, tiene que analizarse y ver dónde está el problema, porque
lo hay. ¿Qué deseamos con todas nuestras fuerzas? ¿Qué desea Jon, Edith o la
propia Susi o Violeta? Cuando renunciamos a todo esto, estamos vacíos,
resentidos como Violeta. Son las pequeñas metas que se van logrando lo que
salpican nuestra vida de sentido, lo que nos motiva y da esos instantes de
felicidad tan escasos y buscados.
Nadie
va a creer en los sueños de otros, a no ser que compartan un interés común, por
lo tanto, si no luchamos nosotros por ellos, nadie lo hará. Eso lo sabe muy
bien Edith, quizá porque lleva mucho tiempo viviendo a la sombra de los sueños
de otros, los de Andrea, sus pensamientos y manías, pero antes estuvo a la
sombra de su marido y su mal caracter.
«Hola, soy Jon y soy tartamudo, aunque solo tartamudeo
cuando tengo pena, y nunca con los niños ni con los animales.»
En
esta novela la fragilidad humana y animal está representada en la figura de Jon
y Susi, que comparten las mismas carencias, quizá por eso entre ellos hay ese vínculo
que los convierte en seres de la misma manada. La tartamudez como bloqueo
psicológico, los altos niveles de estrés y la ansiedad, nadie le dijo que su
padre había muerto, ¿cómo iba a ser así si era su cumpleaños? Dejó de llamarse
Jonás para ser Jon, un antes y un después. Mer y Jon se vuelven piña, la madre se diluye entre ropas negras y silencios. Llegan
las palabras que no arrancan. Luchar para conseguir la fluidez de la palabra,
es una lucha inútil, frustrante y contraproducente, la velocidad, la bicicleta
que luego será moto, la válvula de escape de esa tensión convertida en pena. Fascinante lectura de grandes personajes con muchos matices.
«Susi estaba privada de libertad, pero eso no la hacía débil».
Esta novela no solo va de sueños,
va de duelos, de mentiras para engañar al alma, de tiritas que ponemos para que
no duela. Todos nos engañamos, todos mentimos y todos necesitamos pertenecer,
el ser humano es sociable, necesita una familia, una sociedad o un club de
lectura, necesitamos sentir que contamos para alguien, como por ejemplo para
una elefanta, Susi. Esta novela va de relaciones humanas.
«La pena ocupó el espacio del hambre».
Ayer fue el encuentro lector con Alejandro Palomas, una reunión emotiva donde los sentimientos estuvieron a flor de piel, porque así son sus novelas, ahondan en lo más profundo del ser humano, en sus sentimientos y relaciones. Lloré mucho, ya lo veréis en el vídeo que colgará Pepa en Youtube, «Me da vergüenza ser tan frágil y me da miedo que duela tanto». Una terapia, porque leer es terapéutico, sirve para procesar emocionalmente las emociones, para no sentirnos solos en la maraña de la mente, para ver un camino, aunque no sea el nuestro, para sentir que otros lo lograron y nosotros no seremos menos. Nos expresamos abiertamente, en mayor o menos medida nos vemos reflejados en algún personaje o en todos ellos, por eso cuando llegas al final de la lectura, el alivio se hace palpable en sus frases, que son cientos las que subrayé, la vida no se acaba hasta que llega el último aliento.
«Que mal callamos las cosas y que poco sabemos
preguntar».
Autor
Alejandro Palomas (Barcelona,
1967) es licenciado en Filología Inglesa y máster en poética por el New
College de San Francisco. Ha compaginado el periodismo con la traducción de
importantes autores y con la poesía (Quiero y Una flor). Entre otras,
ha publicado las novelas El alma del mundo, Agua cerrada y El
tiempo que nos une. En 2016 recibió el Premio Nacional de Literatura Juvenil
por Un hijo, cuya secuela, Un secreto, se publicó en 2019. La exitosa
trilogía Una madre, Un perro y Un amor (Premio Nadal
2018) retrata a una familia que ha enamorado a miles de lectores. Con Un
país con tu nombre (Destino, 2021) inicia un nuevo universo literario. Su
obra ha sido llevada al cine y al teatro y se ha traducido a más de veinte
lenguas.
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