Los inquietos de Linn Ullmann
Título Los inquietos
Autor Linn Ullmann
Editorial Gatopardo
Ediciones
Sinopsis
Él es un prestigioso cineasta
sueco, un hombre obsesionado con el orden, la puntualidad y el control de los
sentimientos. Ella es su hija, la menor de nueve hermanos. Cada verano, desde
que era una niña, ha visitado a su padre en la remota isla de Fårö. Ahora que
ella es una joven escritora y él un anciano, proyectan hacer un libro sobre la
vejez que se basa en una serie de conversaciones grabadas. «Envejecer
—dice el padre— es un trabajo duro, difícil y muy poco glamuroso.» Y, en
efecto, su declive físico y mental, preludio de una muerte cercana, dejará el
proyecto a medias.
La escritura de Los
inquietos da inicio siete años después, cuando Linn Ullmann reúne el valor
para escuchar las cintas que habían quedado arrumbadas en una caja. Ante el
carácter elíptico y fragmentario de dicho material, acude a sus recuerdos de
infancia y juventud para recrear una de las constelaciones familiares más
fascinantes del siglo XX, en cuyo origen está el «amor grande y revolucionario»
que unió a sus padres. Intercalando el relato autobiográfico con la
transcripción de las grabaciones, Ullmann evoca la relación zigzagueante entre
dos artistas absorbidos por el trabajo y una niña que tiene prisa por ser
adulta, y se asoma a uno de los grandes misterios de la condición humana: «No
se puede saber mucho de la vida de otros, especialmente de los propios padres.»
Opinión
La memoria no es una cronología
perfecta, son momentos, instantes, conversaciones que dejan una huella imborrable.
¿Cómo nació la idea de este libro? De una frase del director y escritor, Ingmar Bergman, a su
hija Linn, «creo que envejecer es un trabajo duro, difícil y muy poco
glamuroso, con jornadas muy largas». Tenía ochenta y cuatro años cuando le
dijo a Linn que olvidaba las palabras, después fueron frases y semanas más
tarde recuerdos. Para un lector como él, escritor y director, no encontrar la
palabra exacta debió de ser como asomarse al abismo, «las palabras olvidadas
formaban un camino largo y sinuoso». Leeremos la confusión que vivía
diariamente, «Oigo a papá decirle al doctor N. que está rodeado de
desconocidos», conocemos su talento, aquí descubriremos otro valor de la
persona que fue.
No
es una biografía al uso, no sigue una cronología perfecta, da saltos constantes de adelante hacia atrás tras y de atrás hacia adelante, ¿no es nuestro cerebro la mejor maquina del tiempo? Pues Linn hace uso de ella para acercarnos la figura de sus padres fuera de los focos y las cámaras. La memoria de Linn
se escribe con los diarios de su abuela paterna Karin «los deseos se cumplen,
pero no de la forma que uno espera», las grabaciones de voz de los últimos
meses de su padre «¿Puedo sentir duelo por personas que aún viven?», (quien
convive o conoce la demencia senil podrá contestar a esta pregunta), los
cuadernos de notas de su padre y de ella misma, las cartas que escribió Ingmar a
su madre, la actriz Liv Ullmann, y los recuerdos imborrables, como el banco
marrón y el vestido color vino.
A
través de cientos de frases, Linn, nos ofrece los carácteres de sus padres, unas
veces de forma directa, «Era un hombre puntual y valoraba la puntualidad en
los demás, también en los pájaros y tenía un talento especial para las
despedidas», más adelante dice, «siempre se nos dio mejor despedirnos
que encontrarnos», triste hablando de un padre y su hija. Otras de forma indirecta, añade de su padre, compraba
el periódico de la mañana en Farösund, el de la tarde en el quiosco al otro
lado de la isla, orden, y también era un maniático del control de los sentimientos, os dejo que lo descubráis. Pero qué nos desvela de su madre, «No tenemos que entusiasmarnos demasiado que ellos se asustan», interesante
consejo de las relaciones de pareja, encontraréis más, una mujer de baja autoestima
que mendigaba cariño, y cargaba decenas de complejos, escena del tío Carl y los zapatos rojos. Linn creció con una gran carencia afectiva, «mi madre
cada vez venía menos a la casa amarilla», de su padre dice, «los hijos entorpecían
el trabajo creativo, lo pensaban tanto la madre como el padre, pero eran las
madres las que se hacían cargo de ellos». Linn no tuvo nombre hasta que
cumplió los dos años, la llamaban la bebita, no estaba en sus planes, ni
esos nueve meses consiguieron que su hija formase parte de su vida, y cuando sus
padres se separaron, al poco de bautizarla, solo tuvo padre los julios de cada
año. El padre comenta que el problema entre ellos dos, esa falta de relación o
afectividad, era por la diferencia de edad.
Creo que esta obra habla de Linn, de quién es y por qué es. Dice en una entrevista a El País, La maleabilidad de la memoria fue mi punto de partida. Los recuerdos tienen algo del mineral mercurio que es tóxico, y extremadamente sensible al frío y al calor. Este tipo de lecturas, que tanto me apasionan, no son fáciles de recomendar, son muy intimistas, a pesar de ello, no la dejéis pasar, hay muchísimas reflexiones sobre las causas y sus efectos, la herencia y los modelos de actuación, heredamos de nuestros padre los rasgos físicos, pero también los psicológicos.
Autor
(Oslo, 1966) es novelista y
crítica literaria. Conduce el podcast bimensual «How to Proceed», en el que
entabla diálogos literarios con autores de prestigio internacional.
En nuestra lengua se han
publicado sus novelas Antes de que te duermas (2000), El adiós
de Stella (2002), Hasta que amanezca (2004), Retorno a la isla (2010)
y La canción helada (2014). En 2007 recibió el Premio Dobloug de la
Academia Sueca por el conjunto de su trayectoria.
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