Los viajeros de la Vía Láctea de Fernando Benzo
Título Los viajeros de
la Vía Láctea
Autor Fernando Benzo
Editorial Planeta
Sinopsis
En los años 80, Oscar soñaba con
cambiar el mundo, la única ambición de Jorge era el dinero, David solo
necesitaba canciones y porros, a Blanca le preocupaba la ecología y Javi
fantaseaba con ser un escritor de renombre.
Tres décadas después, la vida no
se parecerá demasiado a lo que imaginaron en su juventud. Entre ellos se
cruzarán el amor y la amistad, el sexo y la lealtad, las relaciones familiares
y los fracasos, los secretos y las traiciones, las sombras de la madurez y la
muerte.
Divertida, sentimental, irónica y
tierna, Los viajeros de la Vía Láctea es una novela generacional que
también habla de nosotros. Será difícil que el lector no acabe por encontrarse
consigo mismo entre sus páginas.
Opinión
«¿Tú crees que el amor puede durar para siempre?».
Me atrapa, desde las primeras páginas,
por cómo plasma cada escena, con la lucidez con la que nos presenta a los
personajes, nítidos y quirúrgicos, personalidades llenas de matices. No me
siento cómoda con algunos personajes, porque son tan reales, los he visto en mi
adolescencia y he observado su madurez, Fernando Benzo narra parte de su
memoria y de la mía.
No
puedo destacar a uno, de todos esos amigos que estuvieron en el cumpleaños de
Oscar, son un conjunto perfecto que se dan sentido los unos a los otros, un
cuadro magistral de una época donde todos los sueños eran posibles, «Parecía
que todo se nos iba a dar sin necesidad de hacer nada a cambio. Somos una
generación inconsciente, que luego nos dimos cuenta, que la vida iba en serio.
Nos dimos cuenta después». Una visión retrospectiva melancólica, nostálgica
y cargada de sentimientos.
¿Pero qué tiene esta generación de amigos diferente a otras? Libertad. Porque son de
la generación que no tuvo guerra civil, que no conoció la miseria de la
posguerra, aquella donde los abuelos y los padres se sacrificaron por el futuro de ellos,
por ampliar el abanico de libertades, creo que las expectativas eran muy altas,
los sueños muy de las nubes y el desengaño muy grande. Pero también fue grande el
egoísmo y el desprecio hacia ese sacrificio. Al final, ninguna generación llega a ser del
todo perfecta ni del todo mala.
Los
personajes son despreocupados, parece que la vida se la van a servir en
bandeja, que no deben de mirar hacia el futuro, porque lo verdaderamente importante
es el ahora, sin consecuencias, disfruta de todo y sin pensarlo dos veces. El esfuerzo
y el sacrificio que lo sigan haciendo los padres. ¿Y dónde queda el compromiso?
Lo que más me gusta de este cuadro de personalidades y desarrollos psicológicos es que Fernando Benzo nos describe a los padres, la adolescencia es una respuesta a nuestras raíces, a nuestro entorno. David, por ejemplo, padres divorciados, él presentador de variedades musicales y galán de la época, ella bellezón sin igual, el hijo un resultado sin más implicación. David es inmaduro, enamoradizo de cantantes fallecidas o inalcanzables, la fantasía sin control. No tiene expectativas, sigue en una eterna adolescencia de fiesta, música y droga. Pero con esos padres que vivían de la apariencia, de la imagen impostada para cubrir necesidades, desarrollo una sensibilidad a las personas que no van de cara y tienen planes ocultos, proyectos a largo plazo cuando ellos solo vivían el día a día. Jorge, enfrentado a su padre, ¿pero se libera realmente de él? Curioso. Y ¿Oscar?
¿Por
qué enamorarse de quien menos nos conviene? Que bien lo explica Blanca, por el
riesgo, por la emoción, por el peligro, te hace sentir viva, te embriaga.
Pero a largo plazo, la esperanza es de los chicos buenos, como Arturo, que
trasmiten seguridad, empatía y compañerismo. Lo que le sucede a Blanca es, que
esa vida previsible, esa vida sin sobresaltos, a veces la sume en una soledad acompaña,
«Porque nadie necesita nada de ella. Y esa era una extraña forma de
soledad». Se sentía muerta antes de estarlo y necesitaba recuperar aquellas
emociones con Oscar.
En el caso de
Javi, quiere ser elegido, aunque sea solo un momento, por eso siempre está
dispuesto, una ceguera que nubla completamente la realidad, creer que puede cambiar
a la persona para adaptarla a su historia. «con Silvia aprendí que amor y
razón no suelen dirigirse la palabra». Pero ¿han vivido? Esa es la pregunta
que se hacen. Quién no se plantea cómo habría sido su vida alternativa, Javi se
castiga con esa posible existencia, por eso conoce a Víctor, por eso va al
chalé, por eso se asoma por la valla, cómo habría sido su vida con Silvia. Somos
la consecuencia tanto de las decisiones tomadas como de las rechazadas. Pobre
Javi atrapado en el pasado.
«A mí las respuestas me resultaban tan necesarias como a
ella le parecían irrelevantes».
Y seguiríamos, pero lo mejor es que descubras por
ti mismo si nuestro pasado influencia nuestro futuro.
Autor
Fernando Benzo (Madrid, 1965).
Desde que a los 23 años publicara Los años felices (Premio
Castilla-La Mancha), no ha dejado de escribir. Su última novela, el thriller
policíaco Nunca fuimos héroes, se publicó en 2020 en esta misma colección.
Ya era autor de los libros Mary Lou y la vida cómoda (Premio
Kutxa–Ciudad de Irún), La traición de las sirenas, Después de la
lluvia (Premio Ciudad de Majadahonda), Los náufragos de la Plaza
Mayor, Nunca repetiré tu nombre y Las cenizas de la inocencia.
Una selección de sus relatos breves, premiados en numerosos certámenes literarios,
está recogida en el volumen Diez cuentos tristes. Ha escrito también
teatro, obras de no ficción y colabora con frecuencia en medios de
comunicación.
Gracias a Pepa locura de libros y a mis compañeras del Club de lectura locura de libros.
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