Superpoderes. Una comedia para-normal de Marc Egea

 

 

Título Superpoderes. Una comedia para-normal

Autor Marc Egea

 

 

Sinopsis

 

En 1974. La pequeña editorial de Jake y Candy Wallace recibe un ultimátum del Banco: o pagan las deudas o les cierran el negocio. Para poder pagar, Jake emprende la heroica tarea de escribir él mismo un bestseller. El problema es que Jake jamás ha escrito nada. Esto le producirá tal tensión que su salud mental empezará resquebrajarse. Candy, por su parte, sintiéndose amenazada por el comportamiento cada vez más errático de su marido, notará cómo empieza a brotar de su interior un inquietante poder telequinético (que creía olvidado).

 

Opinión

Me encanta el teatro, a quién no. Sentada en mi butaca me parece sobrehumano lo que hacen los actores sobre el escenario, yo sería incapaz, la vergüenza, el miedo a errar en la frase, la entrada anticipada o caer estropeando la escena convirtiendo un momento dramático en algo cómico y perder, así, el punto álgido de la obra.

                Leo poco teatro, últimamente algo más, y reconozco que me gusta la lectura donde el diálogo es la pieza central, aquí no se deja la imaginación del lector libre, las descripciones de los pensamientos se representan.

                Los perfiles de los personajes se definen en sus diálogos, me resulta tan increíble que, sin la descripción de gestos, solo con las palabras exactas tengas la actitud egocentrista de unos y despreocupados de otros, la inmadurez frente a la sensatez. El pasado de los personajes lo vas descubriendo a través de breves frases, esto requiere de maestría al sintetizar.

                Me gustan los diálogos de Jake y el Barman, el espectador reflexiona sobre las personas que oyen, pero no escuchan. Jake no muestra el más mínimo interés en lo que aconseja, cuenta y advierte Barman, solo le interesan sus motivos y por no escuchar, acarrea con las consecuencias. Son conversaciones que se presentan con humor al sentir la realidad de la misma, conversaciones que no son ni efectivas ni satisfactorias y todos nos hemos visto en una de esas.