El signo de los diez de José Carlos Somoza

 


 

Sinopsis

 

Un thriller victoriano que funciona como un perverso y fatal mecanismo de relojería Inglaterra, 1882: un mundo donde los teatros han tomado una forma perversa, los locos y ciegos pueden descubrir la verdad y los sueños pueden matar. A la residencia Clarendon para pacientes mentales, en Portsmouth, donde se encuentra ingresado el señor X, llega de visita su viejo amigo el reverendo Charles Dogdson. Nadie más sabe allí que el recién llegado es Lewis Carroll, creador de Alicia en el País de las Maravillas. Ha ido con la esperanza de poner fin al tormento de las extrañas pesadillas proféticas que lo aquejan cada noche, protagonizadas por los personajes de sus historias, en los que un misterioso y retorcido “Sombrerero Loco” le anuncia que va a morir.

 



El señor X, al cuidado de Anne, su enfermera personal y narradora de la historia, intentará ayudarlo, y para lograr su cura pedirá la colaboración de un famoso médico alienista, Owen Corridge, estratagema a la que da su aprobación el director de la clínica, el señor Ponsonby. Este pone a su disposición el sótano del sanatorio para que se monte el escenario necesario para un “teatro mental”: una representación teatral muy especial en la que el paciente se ve enfrentado a sus miedos y puede superarlos.

 

Sin embargo, las muertes anunciadas en las pesadillas de Dodgson empiezan a cumplirse de forma espeluznante, revelando su posible vínculo con una macabra secta llamada “los Diez” que, tiempo atrás y mediante un juego perverso, se cobraba la vida de los mendigos de Portsmouth, y a la que el señor X infligió una derrota inolvidable.

 

El pánico se apoderará de todos cuando una nueva pesadilla pronostique el nombre de la siguiente víctima. ¿Lograrán el señor X y sus aliados defenderla del ataque del misterioso asesino que se oculta tras las pesadillas de Dodgson?

 

 


 

Opinión

 La realidad posee muchas clases de lógicas.

No había leído nada de José Carlos Somoza y ha sido una curiosa lectura, me sorprendió muchísimo su estilo, muy peculiar. Es la segunda entrega del Señor X, pero no temáis, no hay que leer la anterior, por si a alguien le pasa como a mí, que va directa al estreno.

                El misterio me dejó sorprendida. La enfermera apuñala al Señor X, sumida en cierto trance, que la hace disfrutar de lo acontecido, siente cierta excitación al clavar el cuchillo sobre su paciente, pero a la vez, esa parte racional se siente culpable, no por el hecho en sí, sino por el disfrute. Todos creen, sobre todo el Señor X, en su inocencia y los cercanos a la enfermera Anne McCarey que es también nuestra narradora, sus compañeras, no la temen. Este planteamiento, que choca de frente con lo que yo haría, me interesa, si añades a Arthur Conan Doyle, que anda dando forma a su famosísimo detective, me atrapas un poco más. Y si a todo esto sumas a Lewis Carroll con cierta obsesión por los personajes de su tan afamada novela Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, tienes un thriller victoriano en toda regla.

                Es una historia de constantes giros, momentos en los que el mundo onírico toma las riendas de la historia, influenciado por la mente de Lewis Carroll y su conejo blanco y el sombrerero loco. Así que todo se confunde.

                Los personajes son interesantes, influenciados por otros de papel o novelas, carismáticos. Hay mucha influencia del personaje de Sherlock Holmes, no al nivel físico, el Señor X, es muy diferente, bajito, enjuto, con un ojo rojo, otro azul y ciego, pero sí en el resto, su ego. Esta encerrado en residencias de reposo, o para enfermos mentales, y muestra una alta capacidad para saber lo que la gente hace, piensa, sus secretos más profundos o sus motivaciones. Y sin ninguna duda, es fácil averiguar quién es el doctor Watson, la enfermera. Nos falta James Moriarty y su organización del crimen, pero eso lo descubriréis vosotros con su lectura.

    Gracias a Espasa y a Pepa, así como a mis compañeros por el encuentro con el autor. 






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