La frontera lleva su nombre de Elena Moreno Scheredre
Sinopsis
Desde finales del siglo XIX y
hasta los años cincuenta del siglo pasado, las jóvenes más humildes de los
valles del Pirineo navarro y aragonés cruzaban a pie las montañas para trabajar
en las fábricas de alpargatas del lado francés. Como las golondrinas, marchaban
en octubre y regresaban en primavera, llenas de ilusión y cargadas de telas y
enseres para el ajuar que constituiría su aportación a un futuro matrimonio.
Esperanza Ayerra es biznieta de
Esperanza, una golondrina que cruzó los Pirineos en 1913 y a la que
la mayor contienda mundial robó su porvenir. Es nieta de Esperanza, conocida
como Perla, que no tuvo padre, ni marido, por el cruel destino de una España
dividida. Es hija de Espe, una mujer que se tragó sus penas y a la que la
historia dejó sin aire. Es el fruto de la frontera entre dos países que se
alejan y se acercan cuando sus pobladores se enamoran.
Opinión
Soy la hija de una mujer que se tragó sus penas para
enderezar el camino por el que vendría yo… y traerme al mundo escoltada por su
ternura.
Tras leer esta historia de cuatro
generaciones de Esperanzas, esta frase es la que define, para mí, mejor esta
novela, un relato de madres e hijas, sin padres. Los silencios que mantuvieron
para seguir hacia delante. «Mi madre tiene cimientos frágiles y, su madre,
demasiado fuertes», porque el dolor no se vive con la misma intensidad por
todos, y crecer sin un progenitor genera sentimiento de abandono, miedo e infelicidad.
Y ese será el hilo conductor de esta novela, no el dolor ni el silencio, el
amor.
El amor nos vuelve locas. Hacemos lo que no debemos y no
pensamos con claridad. Yo creo que es porque tenemos pocas alegrías.
No es una historia que demonice
al hombre, no, ni mucho menos, nos habla de hombres víctimas de la guerra,
comprometidos con sus ideales y causas, que aman, pero no pueden elegir su
destino. Théodore Elissabide, Louis Bernier, Tomás Vallejo, Gustave de
Fratelle, Adrien Thibault, Andrés Ayerra, junto con Gaston serán los grandes
amores de las Esperanzas.
Para
Esperanza Ayerra la ausencia de su bisabuelo y abuelo es una herida difícil de
cerrar, sobre todo ante tanto silencio, dispone de afecto y cuidados, nunca le
ha faltado, solo quiere encontrar las respuestas, encontrarlas dotará su existencia
de libertad, de cierto sentido, cubrir vacíos y cerrar capítulos. La ignorancia
nos hace temblar… Esperanza Escaín comprende la necesidad de su hija y
facilitará el proceso con cartas que nunca fueron abiertas. Hay tantos
secretos en los silencios, en las familias.
Y
con esta historia conoceré la figura de las «golondrinas», mujeres jóvenes que viajaban
hasta Mauléon para hacer alpargatas, interesante de dónde viene el nombre que
las pusieron. ¿Por qué este viaje? ¿Por el dinero? Os dejo que lo averigüéis. Desconocía
totalmente esta migración.
No me gusta que los políticos se arrojen consignas
utilizando algo de lo que no se ha hecho la digestión.
Una
novela con grandes tintes históricos y con figuras femeninas como Elsbeth Kasser,
una lectura muy recomendable y apasionante.
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