Píllale el punto a la coma de Bard Borch Michalsen
Hi
#Pillaleelpuntoalacoma
Traducción #BenteTeigenGundersen #MónicaSainzSerrano
Edita #Espasa
Sinopsis
Aprende a usar los signos de
puntuación y descubre cómo cambiaron la Historia
La invención de la imprenta fue
una innovación espectacular que sacudió el mundo de arriba abajo, y los signos
de puntuación desempeñaron un papel crucial en dicho proceso, ya que
contribuyeron a que pudiésemos escribir y leer de manera efectiva, precisa y
hermosa.
Píllale
el punto a la coma es un apasionante y divertido ensayo que nos ayuda a
comprender cómo el punto, la coma, el signo de exclamación y de interrogación y
el punto y coma formaron parte de la creación de la cultura escrita moderna
europea, y la importancia que tuvieron para el desarrollo de la humanidad.
Cuentan que Víctor
Hugo, justo después de publicar Los miserables, envió un telegrama a
su editor para saber cómo iban las ventas con un conciso «?», y que la
respuesta fue un breve «!». Con los signos de puntuación, a veces sobran las
palabras.
Opinión
No somos conscientes del valor de
los signos de puntuación, ni de los acentos, pero si LOSQUITASEMOSPARAMUCHOSSERÍAUNALIVIOYALAVEZUNCASTIGOPODERLEERCUALQUIEERTEXTO.
Así se escribía antes, en mayúsculas y sin signos de puntuación. ¿Dónde está la
letra minúscula? El problema no es tanto leerlo, sino interpretarlo, porque una
coma sabemos que modifica cualquier oración según la coloquemos: No espera.
No, espera. Dos frases sencillas con diferente significado.
En el año 590, el papa Gregorio I se dio cuenta de la catástrofe tan grande que esto
representaba, el lector no podía tener margen de interpretación alguna,
aparecieron los primeros signos.
Los
textos escritos representaban la palabra oral, pero no servían para aprender,
no era una herramienta de enseñanza. Si lo pensamos tiene toda la lógica, hasta
ese momento los conocimientos se trasmitían de forma oral, existía la creencia
que se aprendía por los oídos y no por los ojos.
Isidoro
de Sevilla, en el año 560, defendió la lectura silenciosa, esa es otra, hasta
ese instante y mucho después solo se permitía la voz alzada. Él aseguró que
para retener los conocimientos no era necesario escucharlos por las orejas,
pero quién le iba a creer y más cuando se pensaba que la lectura silenciosa era
sospechosa y maligna, adivina que imaginaba mientras leía para sí.
Y,
para terminar, pero no es la última de las muchas curiosidades que relata esta
obra, hablemos de lo que los médicos decían a este respecto. Los médicos
recomendaban leer en alto para mejorar la forma física, sería como ir al
gimnasio, por el contrario, leer en silencio perjudicaba la garganta y órganos internos.
Una
obra que me ha gustado muchísimo y como dicen mis hijos es una frikada.
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