El sótano de Begoña Huertas

 Hi


El sótano


 

Sinopsis

 

 

Una novela de atmósfera perturbadora y de fascinante imprevisibilidad.

Instalada en el cansancio crónico, fruto de una inespecífica dolencia, la narradora de esta novela decide ingresar en una clínica de lujo eficazmente diseñada para restaurar cuerpos enfermos. Allí se rodea de un selecto grupo de pacientes que, como ella, se entregan a los tratamientos —algunos secretos y otros experimentales— que les suministran en el sótano del edificio. Entre sus compañeros se encuentra Rubén, que actúa como maestro de ceremonias, y su mujer Dolores, con quien la protagonista entabla una amistad incierta. También la señora Goosens y su sobrino Adolfo, que parecen sanar y empeorar, respectivamente, a ritmos sospechosos. En común tienen una máxima: «Las miserias nos las callamos todos por dignidad.»  Pero cuando la mejoría física de la protagonista no llega, cuando las dinámicas del grupo parecen obligar a sus integrantes a elegir entre soledad o tiranía, los recelos emergen.

¿Y si lo raro es precisamente estar sano? Si la identidad, acaso más enferma que el cuerpo, puede convertirse en un lastre, ¿sería preferible aceptar su disolución o tratar de oponer resistencia? Y, ante lo que parece el principio del fin, ¿vale la pena dedicar esfuerzos a escribir, en palabras de la narradora, «una novela de trama médica, sórdida y criminal»?

El sótano se revela, en una narración anómala y fascinante, como el anverso de otra novela posible, escrita con la libertad y la precisión con que se construye un collage, oscura e imprevisible como un mal en extensión. Fundada sobre los cimientos de Lucrecio y su obra De la naturaleza de las cosas, con el deseo obstinado de comprender, Begoña Huertas compone una novela negra abstracta, lírica y filosófica, que, frente a la necesidad de elegir entre aferrarse o dejarse ir, hace una apuesta total por el impulso creativo.

 


 El sótano


Opinión

 

«A veces el peor enemigo no es el dolor sino el cansancio»

 

Cinco minutos antes de ponerme a escribir la opinión de esta obra tenía una idea, según pasa el tiempo voy matizando alguna cosa, seguramente dentro de unos meses, un año, el recuerdo de ella será diferente. Cuando escuchas el diagnostico de los labios de un médico, el mundo se para, retienes el aire y esperas callada a que se dé cuenta que se confundió de expediente, y estás dispuesta a perdonar el error, solo por el alivio. Tendrá diferentes lecturas para cada uno de nosotros, por las experiencias, quien como yo haya vivido de cerca la enfermedad, mi abuela, mi madrina, mis tíos, hijos de amigos, amigas, mi padre…, y podría seguir, pero el último prefiero no escribirlo, no verbalizarlo, parece menos real, más imaginado, lo mismo que les sucede a los figurantes de nuestra obra. Lo mismo que le sucede a nuestra protagonista, que no tiene nombre, ¿se olvidó Begoña de bautizar a esta mujer de treinta años? Quizá escribir uno cualquiera le sonase muy falso, quizá no lo hizo porque se hacía muy real.

                No es una lectura fácil, no fue una escritura sencilla. Las primeras páginas desconciertan, tanto como debió estar ella al sentarse ante el ordenador, tenía cáncer, había pasado por el tratamiento y estaba intentando superar ese duelo inevitable. Te dice mucho sin contarte nada y explicándotelo todo. Frases con dobles sentido, juego de palabras y más de un silencio.

                Esta es la última novela de Begoña Huertas, murió el 25 de noviembre de 2022, es imposible no pensar que habla de ella, de la pérdida de identidad que sufrió, de la necesidad de encontrar el sentido a la vida para darle valor a la muerte. El sótano se nos revela como el lugar de los horrores, la locura de la enfermedad en estado puro, aquello que deseas ocultar a los demás porque te culpabiliza y avergüenza. Sí culpa y vergüenza, muchos pacientes se sienten culpables antes su enfermedad por el dolor que causan a otros, por el sacrificio que su enfermedad exige. La protagonista esta en el vestíbulo, decidiendo si abandonarse como otros pacientes y seguir en esas habitaciones despersonalizadas que no recuerdan quién fue o salir y disfrutar del resto de su vida con sus dos cosas que merecen la pena.

                Esta es la historia de una mujer que va en busca de su identidad en su nueva realidad. La enfermedad es una inestabilidad más a la que hay que hacer frente. Y si pensamos en la historia y en la autora, esta novela deja un testamento a los que leemos su obra, "no sufráis por mí lo pasé mal, me perdí, estuve muerta antes de estarlo, pero me encontré y me fui en paz, mi vida estuvo rodeada de creación y amor".



El sótano

   


 

Comentarios

Entradas populares