Playa Soledad de Melania Sebastián
Sinopsis
Misterio, sarcasmo y suspense en
una historia muy bien urdida que no vas a poder parar de leer
Sofía Amoretti, consejera
delegada de Konigsberg Advisors, espera en la T4 del aeropuerto de Barajas a
que su equipaje salga por la cinta tras el enésimo viaje transoceánico a
Filadelfia, a la sede central de su empresa, cuando ve a su padre a
lo lejos. ¿Cómo es posible? Ha debido de confundirse: Emilio Amoretti murió
hace diez años.
Sofía, que lleva un tiempo
conviviendo con sus propias contradicciones con la única certeza de
que su vida no va bien, interpreta la confusión del aeropuerto como una
señal de que ha llegado el momento de cambiar de rumbo. Sin pensárselo
demasiado, deja su trabajo, rompe con su pareja, adopta un pastor alemán
al que llama Carver y se muda a su Laredo natal con la única intención de
reflexionar, descansar y seguir con sus sesiones de psicoanálisis.
Pero, recién instalada en
Laredo, ahí está de nuevo ese hombre. Una vez, vale, pero ¿dos? ¿Es
posible que su padre no haya muerto?
Opinión
«Los psicoanalistas pueden ser tóxicos, uno sale con más problemas
de los que tenía al entrar»
Melania Sebastián cambia mi
visión de la herencia y mete un concepto nuevo que desconocía «poder de ruina».
Voy con la definición completa, «El poder de ruina es un poder general.
Es un documento por el que una persona delega su confianza en otra de forma tan
amplia, que la persona apoderada puede, en nombre de quien le ha otorgado
el poder realizar todos los actos y negocios jurídicos permitidos en
derecho». Como por ejemplo dejar a los hijos legítimos, herederos, sin un duro
o céntimo. ¿Se puede un hermano querellar contra otro? «no “podrán ejercitar
acciones penales entre sí: Los ascendientes, descendientes y hermanos por
naturaleza, por la adopción o por afinidad, a no ser por delito o falta
cometidos por los unos contra las personas de los otros”». Es complicado
entender las leyes o yo soy muy obtusa, pero dentro de la novela lo comprenderéis
genial.
Una
buena lectura es aquella que se abre con interés y se cierra con provecho, ¿sí
o no? Porque leer es mucho más que un placer para mí. La trama como podéis
imaginar me resulto más que entretenida, fue didáctica, pero ¿lo personajes? Siempre
mi gran foco lo pongo en las relaciones personales y afectivas, en como
accionan y deciden, pero cierto que aquí me gustó más los temas jurídicos, que
me da que la escritora se documento bastante.
Sofía
es un personaje que me descoloca, yo la calculé unos sesenta años, por el
detalle de la página 220, pero hablando con la escritora la imaginó con
cincuenta, por lo tanto, no estamos en el presente real, sino en 2013. Es una
mujer que cuenta una historia complicada, con una madrastra de armas tomar y un
padre de ausencia, un inmaduro cuyos dos hijos supusieron un carga en su vida y
se libró de ellos, un padre sin tiempo para ejercer como tal, un irresponsable
que firma un poder de ruina sin valorar las consecuencias. Todo esto que genera
en Sofía, pues una mujer que no conecta con sus propias emociones, que intenta
buscar su lugar en el mundo y su propia identidad. Me descoloca en ella sus
pensamientos, porque la edad que tiene y su dilatada experiencia, no sé, me
refiero a la conversación que tiene con Omar, un personaje encantador, el
contrapunto de ella, y yo diría que la cordura, ¿a qué conversación me refiero?
Página 294 «lo mismo que hace el fisioterapeuta con sus manos».
Gracias Pepa
Locura de Libros por la recomendación.
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