Balada de una nariz rota de Arne Svingen

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Sinopsis

 

Bart es un niño de 12 años que vive con su madre en un piso de protección oficial. Va a clases de boxeo, pero no sabe si le gusta o no, lo hace porque su madre quiere que aprenda a defenderse. Va a la escuela, donde no lo pasa bien y tiene que lidiar con la ley del patio. Y sueña con cantar ópera, pero cuando lo intenta delante de otras personas, algo pasa y no le sale la voz.

 

Bart nos deja entrar en su mundo, donde es posible que tu mejor amigo no sea un compañero del cole sino un vecino drogadicto, o donde te encuentras frente a tu ídolo musical y no puedes decir ni "mu". O donde confías en tu compañera de clase, que resulta que no sabe guardar secretos.

 

Arne Svingen (Oslo, Noruega, 1967) escribe principalmente para público infantil y juvenil, aunque también ha escrito algunas novelas para adultos. Balada de una nariz rota es su primera novela publicada en castellano y catalán.

 

 


Opinión

 

«Simplemente suena hueco y estúpido cuando intento ser positivo»

 

Es una historia formidable, cómo me gustan los cuentos. Bart es un niño muy bueno, que miente mucho y pide poco, ¿cómo que miente mucho? Le van las cosas bien de vez en cuando, y cuando esto sucede, que no sucede mucho, le da miedo porque sabe que en nada llegará la bofetada, en sentido figurado o no. Es una conmovedora historia de un niño que ha tenido que madurar antes de tiempo, tiene una madre con serios problemas, una abuela mayor que compensa los vacíos, un mejor amigo drogadicto que hará lo que nadie hizo nunca por él.

                Pero el personaje que más impactó en mis hijos fue Ada, despertó en ellos cierta rabia, ¿por qué? «No me gustan las mentiras» dice Ada. Voy a poner otra frase, la que molestó, «Siento mucho lo que pasó. Lise vio que me diste un sobre y quiso saber lo que era…, recordé que me dijiste que no debía enseñárselo a nadie. De alguna manera pensé que, en el fondo, querías que lo hiciera. ¿Por qué me diste la grabación, realmente?», no le gusta la mentira, pero tampoco cargar con la responsabilidad, la culpa es de él por darle la cinta de música, pero no juzguemos todavía, Ada es una niña buena.

                Mentir es MALO, NUNCA se miente. Cuando repetimos esto a nuestros hijos como una especie de mantra, mientras que nosotros, los adultos, mentimos cada cinco segundos, realmente qué inculcamos, que mentir es malo, si mientes eres malo, ahí llega la culpa por romper el principio fundamental del buen ser humano. Ya, ya, existen las mentiras piadosas, ¿y un niño sabe diferenciar que es piadoso de lo que no? Esa es Ada. ¿Un secreto qué es?, por ejemplo, Ada va a visitar a Bart a su casa, un edificio con jeringuillas y drogadictos por las escaleras, Bart le pide que no describa dónde vive, suficientes problemas tienen, pero claro Ada se encuentra a su mejor amiga, Lise, ¿dónde estuviste ayer por la tarde?

                Como podemos ver la mentira no es mala, a veces es necesaria para sobrevivir, no vamos los adultos con la verdad por delante, sabemos que no se llega a ningún sitio, se valiente y dile a tu jefe lo que piensas o a tu suegra o a tu amiga sobre su vestido de boda…, ¿por qué se lo exigimos a los niños? ¿Creemos que por ser niños su mundo no es complicado? Si un niño miente, hay que descubrir primero el motivo, ¿por qué Bart miente mucho? Hay que enseñarles a ser honestos, a no confundir la realidad, que mentir no es divertido puede hacer daño. Enseñarle que, si mienten siempre, se dejará de creer en él, aquí les leía a mis hijos un cuento fabuloso, El pastor mentiroso o Pedro y el lobo.

 

Maravillosa lectura que da para mucho. Acoso, amistad, el amor, cuando mentir es malo y cuando una mentira ayuda a proteger.

 

 

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