Mientras estamos muertos de José Ovejero
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Sinopsis
Mientras estamos muertos cuenta
la historia de una familia de clase obrera que va progresando en los años
opresivos del tardofranquismo. El hijo, convertido en experto en fugas, como
todos los animales con los que crece, narra la vida familiar a veces como
historia de terror, a veces como comedia. Con una mirada original que rompe las
convenciones del género, Ovejero habla de tensiones familiares, de violencias
silenciosas, del deseo de escapar a las limitaciones de clase, y también de
amor, creando un juego de espejos en el que no se refleja tanto el autor como
el lector.
Opinión
«Mi padre era un hombre de rencores profundos e inapelables»
De las mías, de las que no soy
capaz de recomendar a todos los lectores, solo aquellos que disfruten como yo
de las novelas intimistas, de las que hablan de relaciones familiares, de
afectos ausentes, de rasgos heredados y algunos adquiridos para la
supervivencia. Huir.
Las historias con el foco sobre un personaje, siempre remarco esto con rotulador
rojo, ojito, solo conoceremos el punto de vista del protagonista, veremos y
oiremos por sus ojos y oídos, decidiremos según la realidad que él, o ella, nos muestre,
con lo que interpreta de su entorno. Seguramente que, si contrastáramos la historia
con algún otro, tendría ligeras variaciones, ¿miente? No.
Las primeras historias tiene un hilo que dudo si forman parte de una historia o de relatos independientes. Pero lo tomaré como un mismo hilo. Nos narra la relación familiar..., para que conozcamos el perfil del padre nos cuenta la relación que
este tenía con los perros, estos se volvían locos y huían de la casa, de esta
relación turbia nuestro protagonista sacó un rasgo de su carácter, «una
enseñanza para la vida: si no te encariñas no duele», por eso jamás les
tomo cariños a ninguno de sus perros, por eso no quiere pronunciar sus nombres,
no quiere recordarlo, no tienen nombre no hay afecto, no sufre cuando su padre
les maltrata. Desconozco si esta historia tiene cierta proyección personal del
autor, y si fuera así me remito a lo escrito en otras ocasiones, la memoria es
imperfecta y con el tiempo los recuerdos se distorsionan, cuando termine de
registrar en mi blog mis impresiones leeré sobre la obra, pero hay puntos que
solo alguien que los ha vivido, o un increíble observador de las relaciones
humanas, lo describiría con tantos matices emocionales. «Yo quería ser un intelectual
porque me faltaba el valor para ser un golfo». Admiraba la tristeza de su
tío, porque esa tristeza le parecía más real que la alegría impostada que veía
a su alrededor, pero hay más, le gustaba porque le separaba del mundo. Pero de la
vida de su tío sacó otra enseñanza, «Se esforzaría por fingir una apariencia
de satisfacción, de que la familia le bastaba, de que, como querían todos, había
sentado la cabeza».
Mi padre jamás jugo con nosotros con violencia, pero era muy frecuente en aquellos años. Seguramente en este punto los hermanos discreparán, para cada uno de ellos la visión del padre será diferente, el protagonista lo ve como un maltratador psicológico, algún hermano dirá que un hombre de carácter y otros simplemente como un padre cuya autoridad no se cuestiona. El protagonista de esta historia irá mostrando una familia con rasgos comunes a muchas otras, que progresa con esfuerzo, que cambia de casa, que adquiere estudios, pero que no se deshace del peso de la infancia.
«No es posible
escribir una obra autobiográfica sin hablar de lo que sucede alrededor, porque
todo lo que sucede a nuestro alrededor nos sucede a nosotros».
Una lectura de
las mías que retomaré más adelante, su segunda lectura me ofrecerá más detalles que no he visto.
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