Kirsten Flagstad. La voz del siglo de Ingerborg Solbrekken
Hi
#KirstenFlagstad
#IngerborgSolbrekken
Traducción
#LotteKatrineTollefsen
Edita #fórcola
Sinopsis
Los críticos musicales de la
época describieron la voz de la soprano noruega Kirsten Flagstad como la luz
del sol que incide sobre la cúspide de una montaña coronada por un glaciar.
Jessye Norman la asemejó al oro líquido sobre terciopelo negro, mientras que
Elisabeth Schwarzkopf percibió que tenía la dimensión de una madre cósmica que
abraza el universo. En el Metropolitan de Nueva York –en el que reinó durante
décadas junto a su mejor pareja artística, el heldentenor danés Lauritz
Melchior–, la noche de su última actuación como Isolda –el personaje que
encarnó a la percepción durante toda su carreta operística– la llamaron a
escena en trece ocasiones y los aplausos duraron más de veinte minutos
Opinión
«Trasladó el drama de su propia existencia a los papeles
que interpretaba»
¿Qué se le exige a una biografía?
Fechas, lugares, datos concretos de su familia, formación y estudios, obras y
actos importantes, acontecimientos de su vida relevantes, alguna anécdota y
curiosidad, la fecha de su fallecimiento y el lugar. Pero esta obra es mucho
más, es como un regalo de curiosidades sobre compositores de la altura de Richard
Wagner, Giuseppe Verdi, Ludwig van Beethoven, Otto Klemperer…, es imposible no
hablar de ellos tratándose de la biografía de la soprano con la mejor voz del
siglo. Y es muy complicado mencionar a estos compositores y sus obras sin
desmenuzar el simbolismo de algunas de ellas.
Una
biografía resulta tan atrayente y adictiva como una de las mejores novelas, biografía
o ensayo, no está relacionado con soporífero y aburrido, esta lectura es
entretenida y didáctica. Contar la historia de Kirsten Flagstad es moverse por
uno de los momentos más complicados de la Historia, La Segunda Guerra Mundial, la
política no se puede separar absolutamente de nada, tampoco del arte, sobre
todo cuando un personaje como Hitler era mucho más que fan de Richard Wagner.
¿Qué simboliza Parsifal para Hitler? La raza aria, el santo Grial, como toda
obra de arte, da pie a innumerables interpretaciones.
Hablar
de las interpretaciones de Kirsten sobre el escenario es hablar de otros
grandes de la opera y grandes músicos, ¿quién fue Alexander Kipnis? Su madre lo
vendió por diez rublos. ¿Quién fue Max Lorenz? Hitler ignoró el hecho de que
estuviera casado con una judía, lo liberó como favor a su amiga Winifred Wagner
para que este interpretase a Sigfrido en el Anillo. ¿Quién fue Artur Bodanky?
¿Quién fue Frida Leider? Soprano, casada con un judío, que sufrió odio y acoso
por colegas afines al régimen nazi.
Kirsten
Flagstad fue una mujer paradójica dentro de su complejidad sencilla,
sofisticada como artística, sencillez en lo personal. «No comprendía que
alguien pudiera interesarse por ella más allá de sus actuaciones». ¿Quería Kirsten
ser un ídolo? No. ¿Podía evitarlo? No. ¿Abandonar la escena? No, su leyenda
hubiese perdurado. Tenía una mentalidad sobre la mujer y sus obligaciones como
madre y esposa bastante arcaicas. No aprendió a escapar de sí misma y su
actividad obsesiva hasta que la edad y la enfermada, estrés, la retiró. Estar
sobre el escenario se convirtió en su única alegría, y eso significaba trabajar.
Nadie necesitaba a la mujer fuera del escenario, su hija la exigía poco, había
aprendido a vivir sola, y su marido no fue dependiente, hasta que cayó enfermo
y fue consciente de lo que significaba estar solo. Nadie fue consciente, ni
ella misma, de que el estrés era directamente proporcional a la carga de
trabajo que asumía.
El
problema de esta gran artista, su falta de ambición, tener sueños pequeños,
ser ama de casa, por eso nunca vio el alcance político de cada decisión ni de
los actos o las invitaciones que declinaba. Los enemigos que se iba creando,
porque «Kirsten tenía el convencimiento de que nadie debía exigirle nada más
allá de lo puramente artístico. Fuera del escenario su vida era privada…», por
eso rechazó la invitación del ministro noruego Morgenstiene sin valorar el
alcance ni la repercusión que tendría en su vida.
Fascinante,
más que adictiva, más que una biografía, es opera, es política, es historia…,
más que una voz, es un recorrido por la Segunda Guerra Mundial a través de la ópera. Un trabajo de documentación bárbaro, una traducción nada sencilla y que agradezco enormemente porque nunca hubiese disfrutado de esta lectura de otra forma.
Autor
Ingeborg Solbrekken (1961).
Ensayista, biógrafa y dramaturga noruega. Especialista en temas relacionados
con la historia, la política y la cultura del siglo XX de Noruega, ha
investigado los aspectos extrajudiciales del armisticio tras la Segunda Guerra
Mundial en su país, así como el movimiento de resistencia liderado por los
comunistas noruegos durante la guerra. Desde hace años ha trabajado sobre la
vida de Kirsten Flagstad –sobre su trayectoria artística y su aportación a la
historia de la música–, convirtiéndose en una autoridad puntera a nivel mundial
en la soprano wagneriana más grande del siglo pasado. Fruto de todo ello cual
ha sido la publicación de tres de sus libros: Stemmen. Kirsten Flagstad (2003); Galskap
og rettergang. Landssviksaken mot Kirsten Flagstad og Henry Johansen (2007);
y Århundrets Stemme: Historien om Kirsten Flagstad (2021). Sus
investigaciones han dado pie a documentales y varias películas sobre la
cantante.
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