La Casa de la Orilla de Daphne du Maurier
Hi
#LaCasadelaOrilla
#DaphneduMaurier
Traducción #ConchaCardeñosoSáenzdeMiera
Edita #Albaediciones
Sinopsis
Dick Young, el narrador de esta
novela, es un hombre desencantado con su vida y su trabajo, casado con una
viuda estadounidense que tiene dos hijos y quiere llevárselo a Nueva York a
dirigir una editorial. Un compañero suyo de la universidad, profesor de
biofísica, les presta su casa de Cornualles para que pasen el verano, pero en
realidad la invitación tiene segundas intenciones: quiere que su amigo sea un
conejillo de Indias para una nueva droga que ha inventado y que tiene el
extrañísimo efecto de propiciar viajes al pasado. Así, al tomarla, Dick se
encuentra de pronto en el siglo XIV, testigo invisible de una serie de intrigas
y amoríos en una cruel comunidad feudal. Después de la primera conmoción, la
atracción de ese otro mundo se muestra irresistible y disfruta de convertirse
en «un intruso en el tiempo» y de deshacerse de las responsabilidades del
presente. Fascinado por lady Isolda Carminowe, una dama que cae en desgracia,
no ve el momento de volver junto a ella, pero la doble vida que lleva no tarda
en causar sus estragos: no solo tiene que ocultar sus viajes, sino que empieza
a confundir ostensiblemente ensoñación y realidad. La Casa de la Orilla (1969)
esboza con todo detalle no solo una trama histórica sino la experiencia de un
hombre que se evade y se reafirma al mismo tiempo, con dramáticas
consecuencias. Es quizá una de las novelas más imaginativas y misteriosas de
Daphne du Maurier.
Opinión
«La mala fe viaja con cada soplo de viento»
¿Cuál es el problema que ronda a
Dick? Es un hombre sin propósito en la vida, tenía un trabajo, casado con Vita,
viuda y con dos hijos pequeños, pero no siente que pertenezca a ningún lado.
¿Se puede vivir sin propósito? No, el vacío y la DESESPERANZA se apoderan de él,
se desconecta de sus seres más cercanos y de su trabajo. Se vuelve indiferente,
distante, incapaz de sentir empatía por su esposa que sufre su alejamiento, ya
no puede ni quiere crear más vínculos ni con ella ni con sus hijos.
¿Se vive o se
existe? Dick tiene muy claro que él existe. «Estaba muerto en su mundo.
Podía moverse en él mecánicamente…». Se aburre, esa falta de dirección le
empuja hacia ninguna parte, empieza un comportamiento destructivo. Unos comienzan
una adicción por el trabajo, otros por sustancias poco recomendadas, Dick opta
por la evasión de la realidad. No piensa lo que puede haber detrás del experimento
de Magnus, por eso no le importa beberse la pócima sin valorar los efectos
secundarios o las consecuencias. ¿Tiene fe ciega en su amigo? No, Magnus es un
ser egocéntrico y frívolo del que se separó hace años.
En ese primer
viaje, en esa primera evasión de la realidad, descubre a Roger. Roger es un
personaje que sabe manejar los hilos para su provecho, seguro de sí mismo, gane
quien gane estará a su lado, con la bolsa bien cargada, un personaje que cuando
le atacan contesta con rapidez y directo, «si vos tuvierais la misma
capacidad de pensar haríais lo mismo». Tanto viaje, tanto deseo de evasión,
mecanismos de defensa temporales que a largo plazo acentúan el problema, la
sensación de vacío, alejándole de quién es.
Dos historias
paralelas que se unen. Roger nos ofrece una historia de traiciones, promesas rotas
«una vida mejor cuando el rey esté bajo custodia». Un mundo cargado de codicia,
envidia, celos, donde siempre hay un traidor para un conspirador.
Nuevamente esta autora lo volvió a hacer.
Si La posada Jamaica, narra
entre líneas la vida de una mujer que sufre maltrato psicológico, Rebeca nos
habla de la manipulación, en La Casa de la Orilla, vivir sin propósito
de vida.
Muy
recomendable.
Autora
Nació en Londres en 1907, hija
del actor y empresario Gerald du Maurier y nieta del autor e ilustrador George
du Maurier. Educada en familia y más tarde en París, empezó escribiendo cuentos
y artículos en 1928 y en 1931 publicó su primera novela, Espíritu de amor.
El éxito de Rebeca (1938), su tercera novela, enseguida adaptada al
cine por Alfred Hitchcock, le dio fama mundial, y a partir de entonces se
convertiría en una de las novelistas más populares del siglo XX. Entre sus
otras obras, muchas de ellas llevadas también al cine, cabe mencionar La
posada Jamaica (1937; Rara Avis núm. 37), El río del Francés (1941;
Rara Avis núm. 42), Monte Bravo (1943), Los parásitos (1949), Mi
prima Rachel (1951; Rara Avis núm. 32), Los pájaros (relato
incluido en la colección The Apple Tree, 1952), Mary Anne (1954), El
chivo expiatorio (1957; Rara avis núm. 49) y La Casa de la Orilla (1969).
También escribió teatro y biografías. Vivió la mayor parte de su vida en
Cornualles, donde se ambientan muchas de sus novelas. Allí murió en 1989.
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