Tres maneras de inducir un coma de Alba Carballal
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#Tresmanerasdeinduciruncoma
#AlbaCarballal
Edita #Seixbarral
Sinopsis
La enigmática llamada de teléfono
que recibe Federico en la piscina municipal de Chamberí y una extraña oferta de
trabajo son el punto de inicio de una aventura indagatoria protagonizada por un
cuarentón con estudios universitarios y sin perspectiva alguna de futuro. Éste,
obligado por las circunstancias a convertirse en una suerte de espía
mercenario, se verá envuelto sin remedio por una realidad turbia en la que nada
es lo que parece, y en la que el odio, la venganza y la hipocresía terminarán
por contagiarlo. Un Madrid contemporáneo y underground sirve como
escenario para una historia en la que los personajes, todos ellos perdedores a
su manera, luchan por sobrevivir en un entorno hostil y tratan de escapar de su
marginalidad, pero terminan por chocarse con aquello de lo que tratan de huir:
con lo que en el fondo son. La ópera prima de Alba Carballal, que bebe de
referentes literarios como Eduardo Mendoza, Juan Marsé, J. K. Toole, David
Foster Wallace o Michel Houellebecq, pero también de cineastas como Pedro
Almodóvar, Álex de la Iglesia, José Luis Cuerda o Woody Allen, toma el
estereotipo del bufón y lo pervierte para transformar una aparente comedia
ligera en un amargo ejercicio de empatía con todos sus personajes.
Opinión
Para ser la primera novela de la
autora me parece muy original, pero…, tiene un, pero. Me encantan los perfiles
de los personajes, sus voces y en general la trama. Alba Carballal tiene algo y
no descarto leer más de ella, domina un relato inteligente. Dicho esto,
voy con la anécdota.
Cuando
puse el reel con el libro, me escribieron dos personas por Instagram sin
aparente relación, ambas habían disfrutado con la lectura hasta que, llegado un
punto, cada una de ellas en un lugar concreto, la novela les produjo rechazo. Me estaba preparando para irme de viaje y cogí el libro, no era el momento de
lecturas para analizar, pero lo haría. A una el personaje de Susana le produjo
mucho rechazo, a otra el de Natalia le producía desconcierto.
«… esto fue lo que pasó: asocié
la maldad de mi padre con su manera de expresarse, y me obsesioné con el
lenguaje»
La
soledad es la experiencia emocional que pesa en la obra, TODOS los personajes
están terriblemente solos. Todos son personajes perdidos, no saben cuál es su
sentido de vida, no tienen un propósito claro, aunque pueda parecerlo. Todos dejan
al lector la sensación de que nada puede cambiar, el pasado pesa más que el
presente, su vida está trazada y hagan lo que hagan son perdedores, no hay más
destino que ese. Ha medida que avanza la novela, observas que no hay ni una chispa
de esperanza, que la deriva, la mediocridad les tiene preso, esa carga
emocional negativa que no tienen las novela feelgood va calando poco a
poco.
«No sabes lo difícil que es
tener dinero y hacerse viejo con dignidad…»
Hablando
con el lector que no le gustó Susana le planteé unas preguntas, uno minutos de
reflexión y una respuesta clara, todo el sacrificio que hizo no tuvo
recompensa, su hermano sin nada lo logró, eso le molesta. Susana ha
sacrificado mucho, me dice, es un personaje derrotado, aspira a que la dejen
tranquila. Esa resignación molesta, ese sacrificio, en vano, irrita, pero hay algo más. Nos han vendido la moto de que todo sacrifico tiene recompensa,
llega este personaje y muestra lo que ya sabemos, que la vida no es justa, molesta, porque en el fondo deseamos que en el papel al menos
se cumpla, pero no. Una nota mejor esforzarse que sacrificarse, recordad la conversación
de Federico con Susana, ¿no era mejor esforzarse un poco más y sacrificarse
menos?
Natalia
es un personaje muy interesante, a este lector el personaje le produjo incomprensión, ojo, nada tiene que ver con la transfobia, nuestra
conversación queda en privado porque no deseo revelaros más de una pieza clave
de esta novela.
Lo que no terminó de gustarme fue la estructura del final, pero ojo, no porque este mal, sino porque requería por mi parte una lectura más detallada y en este momento no la tengo, y creo, que tampoco era necesario, creo. Un descubrimiento Alba Carballal y la losa emocional que deja sobre el lector estos personajes sin escapatoria. Pobre Federico que fácil es decir confórmate con lo que tienes, que es nada, mientras otros no valoran el exceso que ostentan.
Autor
Alba Carballal (Lugo, 1992) es
arquitecta por la Universidad Politécnica de Madrid y estudió Derecho en la
UNED. Ha trabajado como traductora y escribe habitualmente en medios como Arquitectura
Viva y la web literaria Zenda. En 2016 obtuvo una beca de residencia
literaria en la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores de Córdoba,
durante la que desarrolló su primera novela, Tres maneras de inducir un
coma.
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