Juana la Loca

 



 

 

Tal día como hoy…

… 6 de noviembre de 1479 en Toledo nació Juana I de Castilla.

 


A los diecisiete años se marchó a Flandes para casarse con Felipe de Habsburgos, aquello no salió como se lo había imaginado, primero tuvo que esperar, después, tras un encuentro fugaz, los acontecimientos se aceleraron, un amor pasional surgió entre ellos. ¡Ay, ese amor pasional! Duró, duró lo que se quema un fósforo. Un estado intenso de anhelo y deseo de unión con el otro, una atracción física exagerada, un estado salvajemente emocional, una confusión de sentimientos, ternura y sexualidad, alegría y pena, ansiedad y alivio, altruismo y celos, las hormonas en una montaña rusa brutal. Imagino, y tras leer tres libros, solo es una especulación sin fundamento, como relleno, que esa oxitocina, esa dopamina fue un chute para una triste y melancólica Juana, esa euforia nunca antes sentida, fue como estar viva a una escala inigualable.

 

 

«¿Quién puede llamarse libre?, se pregunta Juana que con trece años no tiene ilusión laguna»

 

 

Casi na lo que aquellos jóvenes sintieron. La excitación sexual, perfectamente descrita en todos los libros, nos muestran el ascenso de la montaña rusa. ¿Cómo no se iba a enganchar Juana? Tan perfecto, tan hermosos ambos, tanta sexualidad y tanta atracción, eso no podía acabar nunca, ¿cómo podía desaparecer?

¿Cuánto podía durar? Uff, depende de muchos factores, en aquella época, lo tenían muy complicado, son unos cuantos factores, lo primero es la confianza mutua, el compromiso, el tiempo en pareja…, os hacéis una pequeña idea lo difícil que fue para ellos rodeados de consejeros y servicio.

Es normal, y lo sabemos, que tanta fogosidad no dura. Él se dio cuenta y lo suplió con amantes varias, pero ¿ella? ¿Qué hacía ella con ese vació? Solo su marido la hacia vibrar, solo él la hacia sentir viva, cuando él no estaba se sentía como cuando era niña.

 

«Los sufrimientos de las mujeres abandonadas les son familiares…»

 

¿Juana estaba loca o no? La pasión terminó desbordándola y muchos de sus actos la llevaron a conductas desmesuradas, pero tampoco contó con un apoyo desinteresado, los que aseguraban que lo hacían por ella, realmente tenían intereses políticos, como su madre, no dudo que viera más allá de la ceguera de su hija, pero Juana no era tonta, se daba cuenta que en el fondo contaba poco. Todos somos sensibles a esa manipulación sutil y a esa voz falsa que dice, es por ti, por tu bien, ¿cuántas veces no la habría escuchado a lo largo de su vida?

 


«¿Sabes acaso lo que es el amor? El amor es caminar como yo junto a un hombre y tú te arrastras a los pies de Felipe»

 

En mi Tal día como hoy, que tantas alegrías lectoras me está dando, os dejó cuatro libros. Empecemos:

 


No podía ser de otro modo, Luis Zueco relatará de forma amena la raíz de nuestra protagonista de hoy, su madre antes, durante y lo qué sucedió cuando ya no estuvo. Dos magnificas novelas que he devorado.




 

Rescaté de mis lecturas, la vida novelada en la obra, Loca de amor de Catherine Hermary-Vieille, editada por Martínez Roca.




 

Y, por último, pero no menos importante, por su contexto histórico amplio y fascinante sobre España y Portugal, La conquista del Océano de David Ramírez Muriana, editada por edaf.





 

 

¡Feliz Lectura!

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