Vivir en zapatillas de Pascal Bruckner
Hi
#Vivirenzapatillas
#PascalBruckner
Traducción #MaríaBelmonteBarrenechea
Edita #Siruela
Sinopsis
Un texto lúcido y provocador sobre nuestro papel en un
mundo en el que casi todo nos puede ser entregado a domicilio, y que traza con
agudeza la arqueología de una nueva mentalidad de repliegue y renuncia.
El declive y el catastrofismo permean las sociedades occidentales. Desde principios de siglo una serie de acontecimientos, tales como el calentamiento global, el terrorismo islamista, la pandemia del Covid-19 y la guerra en Ucrania parecen confirmar esta idea.
En este esclarecedor ensayo, Bruckner indaga en la mentalidad que prevalece hoy en día y que tiende de manera progresiva al retraimiento y la renuncia al mundo. Reflexiona sobre experiencias propias y plantea una de las grandes e irrefutables paradojas de la modernidad: el gusto por la reclusión ha provocado un confinamiento voluntario que sustituye aquel al que nos vimos obligados a causa de la pandemia, y cuyas graves implicaciones podemos advertir en el estado de ánimo de la sociedad de nuestro tiempo.
El autor francés explora las raíces filosóficas y los contornos históricos de este fenómeno, acude a retazos de la obra de pensadores y literatos de distintas épocas, y nos alerta sobre la apatía y el peligro de convertirnos en seres empequeñecidos, condenados a una vida insulsa e incapaces de enfrentarnos a la existencia.
Impresiones
Cuando recibo una propuesta de
lectura como esta, recomendación para mi otra pasión, la lectura como terapia,
sigo las mismas reglas que aquí, nada se recomienda sino pasa antes por mi criterio,
que es mío, por lo tanto, subjetivo, no se puede defender las impresiones
de otro lector, por lo menos yo no puedo. Isabel me dijo, de las tuyas, así es,
de las mías, provocadora, obliga al debate y a la reflexión, un #ensayo bárbaro.
¿Hay censura o somos libres en nuestras opiniones?
Podría
escribir esta reseña, llamémoslo así, a mi me gusta más impresiones, de dos
formas, por un lado, con cientos de frases muy, muy reflexivas sobre lo que
hemos “mejorado” tras la pandemia, aquellos bellos propósitos que nos hicimos y
los logros conseguidos taitantos meses después. Pero también podría escribirla
con las frases que abren…, cómo se dice ahora tanto por las redes, «abrimos melón»,
y os garantizo que hay mucho, mucho debate, podrás estar o no de acuerdo, como
me sucedió con mis primeros participantes, mis hijos, pero te garantizo que da
mucho juego.
Ya
empieza de muerte este ensayo recordando una lectura fascinante, que, si no
habéis leído os recomiendo, ojo, si os gusta profundizar en la psiquis humana,
apuntadla, Oblómov de Iván A. Goncharov, 1 octubre 1999, edita
Alba. Es un personaje fascinante. Oblómov está agobiado por el desbordamiento
de actividades que nunca acaba, por la presión, deja todo para mañana, no porque
sea un holgazán, sino por la angustia que le produce a nivel psicológico, es,
por lo tanto, a grandes rasgos, procrastinador, abúlico y ambas cosas le
producen un desmesurado sueño, todo ello junta a, no tiene un sentido de vida.
Le da miedo el mundo exterior y la gente, podríamos culpar a sus padres, por
qué no, le sobreprotegieron. Os hacéis una idea de por qué la eligió el autor.
Vamos al lío.
La pandemia, el momento
de la paradoja para algunos, el triunfo del miedo y del disfrute. Es curioso,
poco se piensa en ello, pero siguen bombardeándonos con el miedo, ¿por
qué? ¿Cómo es una sociedad o una persona sumida en el miedo? Y ahora permitidme
una serie de frases y «abre melón», una pocas, las más ligeras:
«La vida es exceso, es lapidación o no es vida»
Esto se ve mucho en las redes sociales.
«… la multiplicación de los
derechos se responde con la disminución equivalente de los deberes, abriendo la
puerta a reivindicaciones sin fin. Se me debe todo y yo no tengo que dar nada a
cambio»
En
el debate sobre el consumo de fósiles coincido, también con la contaminación y
el cambio climático, «En lugar de proponer a los ciudadanos objetivos
concretos…, renunciar progresivamente a las energías fósiles que enriquecen a las
dictaduras, se contenta con multiplicar los anatemas y culpabilizar a los reaccionarios».
Con lo que benefició el teletrabajo, ¿por qué los gobiernos y las empresas estrangularon
esta vía? Se consume menos gasolina, beneficia a las ciudades y sus habitantes,
menos atascos, los que se deben desplazar, sí o sí, no sufren de estrés por la
hora ni por los madrugones…
El
mayor debate, el más controvertido de todos esta en el género y en la lucha de
sexos, aquí cada uno tendrá su opinión, la mía difiere del autor un poco, pero no por
ello la censuro, ni le etiqueto de nada, porque comprendo su miedo, el mismo
que siento por mi hijo y por el abuso de ciertas leyes, «Si bien la lucha
contra las agresiones es legítima, la culpabilización de los pequeños gestos de
la seducción o del placer es factor de impedimento y de inhibición». Uno de
los ejemplos que pone en el desarrollo de este debate, me sorprendió sobremanera,
una mujer denuncia en un juzgado que a su avatar en un juego que ahora no
recuerdo cuál era, lo han agredido sexualmente, sucedió en el 2022, podéis
encontrar fácilmente la noticia, aquí soy bastante crítica.
Otro
tema fascinante, que levantó ampollas en mi casa, fueron las redes sociales, un
pulso constante, nada de fotos personales, me da igual que sea X, Instagram,
Facebook o WhatsApp, que lucha, nada de lo que se cuelga es privado por mucha
cuenta privada y pamplinas que te digan, cualquiera puede hacer una captura y
el que hoy es tu amigo, mañana deja de serlo. Sí, así es. «Lo privado está
totalmente sociabilizado, nuestro santuario es lo que hay de más expuesto con
nuestro pleno consentimiento».
«Hagamos lo que hagamos algo
está mal»
Sí, levantará mucho debate, provocador, pero tenemos que plantearnos, ¿por qué nos incomoda tanto sus opiniones? Resolviendo esta pregunta nos conoceremos un poco más a nosotros mismos.
¡Feliz lectura!
Autor
Pascal Bruckner (París, 1948),
filósofo y escritor de obras de ficción y no ficción, es doctor en Letras por
la Universidad Paris VII. Ha sido galardonado con los premios Médicis de
Ensayo, Renaudot y Montaigne. Roman Polanski llevó a la gran pantalla su
novela Luna amarga. Reconocido crítico del multiculturalismo, apoya el
derecho a la especificidad de las minorías étnicas, religiosas y culturales,
defendiendo la asimilación respetuosa por la comunidad que los recibe.
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