Abel de Alessandro Baricco
Hi
Ocho años después de su última novela, Baricco regresa con un western
excepcional y trascendente.
El sheriff Abel Crow tiene 27 años y ya es un personaje de leyenda. Sus
dotes innatas como tirador —su disparo preferido es «el Místico», uno doble,
cruzado y simultáneo, con ambas manos, sobre blancos distintos—, no podrán
evitar, sin embargo, que en un momento crítico se replantee el sentido de la
existencia.
Las relaciones, entre otros, con su novia, que
entra y sale libremente de su vida, pero que lo conoce incluso mejor que él
mismo; con sus hermanos (un predicador, un rico minero, un cartero demente y
una visionaria, empeñada en reunirlos a todos para rescatar del patíbulo a su
madre, que los abandonó cuando eran niños); con las curanderas y una bruja
indias, portadoras de la sabiduría ancestral de los nativos; y con su Maestro,
quien siendo adolescente logró aniquilar a casi toda la tripulación de un barco
pirata, constituyen parte de un viaje espiritual que culmina con la percepción
de que no existe (o no funciona como pensamos) la relación causa-efecto, de que
no hay un antes y un después claramente definibles. Buena prueba de ello es
también la estructura no lineal del relato, que avanza, retrocede y se repite,
y donde cada uno de los veintisiete capítulos (o cantos) constituye una pieza
de un puzle que al final nos devolverá la imagen caleidoscópica de Abel Crow
durante su aprendizaje.
Baricco nos presenta así un western que pone en
cuestión una de las piedras angulares del género, la noción de frontera,
desplazándola aquí del exterior al interior: es límite y confín entre lo
visible y lo invisible, entre lo físico y lo metafísico, entre la vida y la
muerte. Si los espacios son los propios del género, como en una película de
Sergio Leone (las praderas interminables, el pueblo, con su banco y su saloon,
las aldeas indias, el río de aguas bravas, el desierto abrasador…), no dejan de
ser también reverberaciones de una unidad profunda del universo, del mismo modo
que todos y cada uno de nosotros somos parte de un único aliento.
«Quién mata a un hombre se confunde con él»
El Oeste de los westerns es un lugar en gran
parte imaginario, este más, el trabajo era sobrevivir en un lugar hostil, esta
es la historia de un superviviente Abel Crow, el narrador, un sheriff con
veintisiete años que nos cuenta cómo fue su infancia y adolescencia, y por qué
se convirtió en leyenda. Disparar antes de preguntar, no había segundas
oportunidades.
Una lectura al más viejo estilo de las
películas del sábado por la tarde de mi infancia, pero ojo, Baricco no estaría
entre mis lecturas sino aportara una cosa, un perfil de mi gusto, y una
reflexión filosófica. El destino y la casualidad son dos temas interesantes
tratados en la novela.
¡Feliz lectura!
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