Edith Wharton

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Tal día como hoy…

… el 24 de enero de 1862 en Nueva York, nació #EdithWharton.

 

Edith Wharton, de soltera Edith Newbold Jones, fue una escritora y diseñadora estadounidense, pionera en el diseño de interiores. Hoy os traigo la novela La casa de la alegría,1905, aunque la primera novela que leí de ella es la más que conocida La edad de la inocencia,1920, si no conocéis a la autora, ya estáis tardando, Edith Wharton en la literatura femenina es un referente. Su obra visualiza las experiencias de las mujeres y cuestiona las normas sociales de su época. Es una autora con un estilo elegante, muy descriptivo lo que la ayuda a crear ambientes densos.

 


La casa de la alegría, 1905.

 

¡Excelente lectura!

 

«¡Qué triste ser mujer!»

 

                Normalmente no suelo recomendar conocer a la autora antes de la obra, pero aquí es un plus, porque nuestra querida Edith Wharton está por todos los resquicios de la novela no solo en pensamiento, también en deseos de venganza, resentimientos, frustraciones, miedos. Su obra es una crítica feroz a las artimañas tejidas por los varones y que llevan a la ruina a las mujeres. Sus personajes masculinos son falsos, egoístas, autoritarios, como podéis observar es implacable, defectos despreciables. ¿Por qué? Se casó con Edward Robbins Wharton, doce años mayor que ella, pero antes de este desafortunado matrimonio, tuvo dos decepciones amorosas. ¿Qué hizo Edward Robbins? Dilapido la herencia de Edith en sus amantes. Si ya tenía una visión algo gris del varón, fue el remate final, sus novelas destilan esa visión oscura y pesimista. Denunció los usos y costumbres de la alta burguesía, esa puesta de largo que llevaba a la ruina, esos matrimonios infelices, esa falsa moral. No le gustaban los límites, tenía un espíritu aventurero, estaba en contra del matrimonio y no comprendía por qué los hombres y las mujeres no podían ser solo amigos, así es la joven Lily Bart, protagonista de la novela de hoy. Una vida cargada de contradicciones, ya os lo digo. Nota, Percy Gryce tiene muchos rasgos de su marido, amable, respetable, vivía con su madre y su trabajo era gestionar el patrimonio familiar, no se le conocía pasión alguna, quiero recordar que la pasión de Percy es heredada, ojito.




                Una autora inteligente, con una fina ironía, dosis de humor y tono gótico, ojito, se le nota el resentimiento, fijaos como describe a Selden, «Selden tuvo la confusa idea de que su creación debía haber sido costosa, de que numerosas personas feas y mediocres habían tenido que ser sacrificadas…  Pero esta analogía le dejó insatisfecho, porque un material tosco no admite un acabado primoroso…» pág. 10, sin desperdicio, ese verbo, confuso, ya nos dice más de lo que necesitamos saber sobre su narcisismo.

                Sobre las mujeres, casi todas quieres SER BUENAS, ¿qué es ser buenas? Dentro de “buena” hay un marco muy consolidado del patriarcado, pero Lily quiere ser feliz, ¿se podía ser buena y feliz? «A la mayoría de las personas no les gustaba salir de su ignorancia…». No es más benevolente con los personajes femeninos, ella creía que muchas de las desgracias de las muchachas con espíritu libre estaban en las que habían vivido sometidas, eran ellas las practicaban la rumorología «La verdad sobre cualquier mujer soltera es que cuando se empieza a hablar de ella, está perdida…». ¿Cómo se llevaba la autora con su madre? ¡Uff! Penaba que su hija estaba trastornada porque le gustaba la lectura y la escritura, y para curarla de ese mal, tenía que casarla fuera como fuese. ¿Qué pasaje de este libro puede parecerse a su vida? La puesta de largo que supuso el punto de inflexión para la joven Lily, de alguna forma también para Edith.

 

«Sin embargo, en su mente quedó un poso de resentimiento contra su sobrina, tanto más denso cuanto que no sería aclarado por ninguna discusión o explicación»

 

 


                Lily reproduce muchos de los pensamientos de la autora, se niega a casarse de cualquier forma, Lily quiere decorar su propio salón, veis la importancia de los dos rasgos de la autora señalados al empezar, decorar algo refleja libertad, no sumisión, da igual que sea marido o suegra. Pero al igual que le sucedió a Edith, Lily se pregunta si tanta lucha merece la pena y no sería mejor someterse a lo que la sociedad espera de ella, casarse, ser madre y cumplir con las normas sociales. En fin, es difícil encontrar un lugar en una sociedad que limita.

 

«La mitad de los problemas de la vida surgen cuando fingimos que no existen»

 

                Otra crítica son los sacrificios que se deben cometer para pertenecer a esa clase burguesa tan elitista «Nunca me han gustado las cartas, pero no quería pasar por altiva y mojigata y tuve que acabar haciendo lo mismo que los demás», remarca la diferencia entre mujeres casadas y solteras pidiendo dinero «(si lo hace una mujer casada) que el mundo desaprueba, pero perdona y que puede ser castigado con una venganza particular, pero no provoca una condena colectiva de la sociedad». Resumiendo que me emociono y no paro, crítica feroz a la sociedad patriarcal y a las convenciones sociales de la época. Su obra es una denuncia de la hipocresía y la superficialidad de la alta sociedad.




 

Es una lectura más que recomendable para leer tranquilamente, es una autora de descripciones, con un fuerte mensaje: vivir con plenitud, no desperdiciar el tiempo, en busca del placer y la felicidad y una advertencia, el que ha hierro mata, a hierro muere. 

 

¡Feliz lectura!




 

    

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