Hablamos de arte...
¿Cómo es posible que una escultura de 38 toneladas desaparezca sin dejar rastro? Con esta incógnita Juan Tallón me mantiene enganchadita hasta el final. Es un hecho real tan absurdo, que me plateé muchas preguntas sobre el arte, ¿valor artístico o intereses económicos? Y, sobre todo, su trasparencia, pero bueno, cuando hay por medio ministerios y ministros…, en fin.
«En el mundo existen más millonarios excéntricos de lo que somos capaces de imaginar» Párate y piensa un segundo en esta frase, ¿cómo podemos saber que es millonario o billonario? ¿Por un Ferrari, por una joya, por un yate? Yo tengo un conocido que conduce un Ferrari, otro que se compró un yate, vivirá más o menos apretado o suelto, pero ojito cuando conduce el Ferrari por Madrid se dan la vuelta a mirarle, ¿qué puede definir esa clase elevada con la que los simples mortales soñamos, pero no alcanzaremos? Evidentemente, no tengo ningún conocido con una obra de Serra de 38 toneladas. EL ARTE. La escultura de Serra deja de ser arte en el mismo momento que se alejan del sitio que Serra eligió para ella, no lo digo yo, que no entiendo de arte, lo dice, Bridget Pynchon, marchante de arte. Por eso cuando sea millonaria quiero un Velázquez, un Sorolla, un Vicent van Gogh…, porque dará igual dónde esté el cuadro, se sabrá que es una OBRA MAESTRA, que soy millonaria, y no se confundirá con vete tú a saber qué.
📌Guardianes del Prado de Javier Alandes.
¡Una aventura fascinante!
En 1936, el ambicioso general Gallardo, designado por Franco para negociar las contraprestaciones por el apoyo de Alemania en la Guerra Civil española, se reúne con el general nazi Jurgen Von Schimmer, representante del gobierno alemán, para tratar de llegar a un acuerdo. Pero lo que este le pide a cambio es casi un imposible: por la aviación alemana para bombardear puntos clave en España, la valiosísima colección de monedas de oro del Museo Arqueológico Nacional; por enviar las tropas terrestres nazi, que acabarán con la guerra de un plumazo, el Autorretrato de Durero que descansa en El Prado, y… Las Meninas.
📌Una vida por el arte de Susana Chillida.
¡Un homenaje a un gran artista!
En este libro Susana Chillida, su hija, rinde a los dos un vívido homenaje en el que repasa la trayectoria profesional de su padre al tiempo que teje unas memorias de familia. Las obras públicas –como el Peine del viento o Elogio del horizonte–, las lurras, los anagramas, los aforismos, las gravitaciones, los collages…, por estas páginas desfila toda la obra de Eduardo Chillida al tiempo que la autora pone en valor la relevancia de la figura de Pilar Belzunce, una mujer adelantada a su tiempo, a lo largo de todo el itinerario del escultor. Ese recorrido se enriquece con anécdotas personales, familiares, con recuerdos alegres y otros dolorosos, con fotografías. También con reflexiones sobre qué significa ser artista y ser hija de un artista: para Susana Chillida las esculturas de su padre eran como otras hermanas.
¡Feliz lectura!
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