el pez sigue flotando de Dolores Medio

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#elpezsigueflotando

#DoloresMedio

Editorial #amarilloeditora

 


Sinopsis

 

La ganadora del Premio Nadal en 1952, Dolores Medio, perfila en esta novela un dibujo nada distorsionado de la sociedad de los años cincuenta bajo el cual subyace una crítica sutil al inmovilismo de la dictadura, en aquella España generalísima plegada sobre sí misma, toda ella mediocridad y «qué dirán». Una novela de personajes incomunicados que viven ajenos unos a otros a pesar de que, vecinos de un mismo edificio, conviven día a día en torno a un patio de luces. Son modistas, mecanógrafas, porteros de finca modesta, bailarinas, comerciantes… Personajes de clase media, españolitos de a pie. Una extraordinaria novela coral en la que la autora enlaza de manera eficaz todas las historias y a la cual el lector se asoma desde el alféizar de una ventana cualquiera de este universo humano, entre olores a puchero, ropa tendida y ruidos de vecindad.

 

 


 

Impresión

 

No hace mucho os traje Bibiana, recuperada de las estanterías de mis padres, desconocía a Dolores Medios, y si alguien me habló, no lo recuerdo, la cosa es que disfruté muchísimo con esa lectura y me prepuse recuperar más obras de ella, difícil tarea, ya os lo digo.

                Ester Vallejo, editora de amarillo editora, me habló de esta obra, y aquí está, magnifica, me ratifico en lo descubierto en la anterior. Una escritora que retrata fabulosamente el comportamiento humano y su complejidad. Dolores Medio fue una mujer observadora de lo que la rodeaba, atenta y minuciosa, presta atención en los detalles que otros pasan por alto, sabe de su valor y de cómo influyen en las relaciones y en las personas. Percibe esos matices en la conducta, en el lenguaje corporal y es impresionante la importancia que da y que tiene el ambiente que rodea a cada personaje, como afecta el calor o la luz, por ejemplo, a Marta Ribé, carga de tensión que no pueda escribir o que se le emborrone las páginas, el lector sabe lo que conlleva que no acaba a tiempo, en la precariedad que vive y la carga que soporta, Tata, por desgracia, Tata. Si todo va bien, ella tendrá menos presión y su relación con Tata irá mejor, esa voz interna machacona, que destroza y culpa, queremos a Tata y apenas la conocemos.

DETALLES, importante para que el lector sepa y padezca, nos permite entender mejor la situación de cada personaje y cómo esos matices hacen que interactúe con Tata, pero así con el resto de los protagonistas de esta novela coral.

A nivel psicológico hay tanto de lo que hablar que pasará para el curso como lectura obligada, porque cada personaje tiene mucha tela que cortar, en general lo que resalto es la voz interna de cada uno de ellos. Vamos a hablar un poquito de esto. Esa conversación silenciosa que tiene cada personaje consigo mismo, telita, ¡eh! La voz crítica que nos desvela, limita y culpabiliza, que nos dirige, ojito, ojito. Como vemos es un diálogo diferente para cada uno de ellos, a mí me gustan todos, podríamos hablar del que tiene Marta Ribé, ¿realmente desea la muerte de Tata? No, esa es la voz de la angustia, del agotamiento cuando la carga del cuidador se alarga y no se ve salida, pero en realidad no es lo que se desea, ni mucho menos, pero limita y culpabiliza. A mí me fascina de la más terrorífica de todas las voces, la que tiene el señor Morales, me parece la más peligrosa, esa escena con Gina, ¡guau! Jarro de agua fría, vaya reacción la del "bendito" hombre, ¡eh!

El crítico interior es bueno, nos ayuda en infinidad de ocasiones a sobrellevar cargas, es como un animador personal, fijaos en Morales, cambia su concepto de la vida, aunque luego lo estropee estrepitosamente, o por ejemplo Marta, piensa cosas que no siente, pero eso la ayuda a reconducir su comportamiento con Tata cuando se pone en el peor de los escenarios. Tenemos que ser conscientes de que esa voz no somos nosotros, se observa, pero no se asume, por ejemplo, Marta. Marta sufre el síndrome de desgaste emocional del cuidador, ansiedad, depresión e irritabilidad, agotamiento físico, emocional y mental, pasa de ser una persona positiva a una negativa. Esto es normal, son los efectos de cuidar a una persona muy querida.

 

Lo primero, mil gracias a Ester Vallejo por guiarme con esta lectura, de las mías, sí o sí. Sé que estoy entusiasmada con Dolores Medio, pero es que es una autora magnifica, con una capacidad aguda para observar y retratar la complejidad de las relaciones personales y del ser humano en general. Su atención por los detalles tanto en el comportamiento como en el ambiente que influye en el personaje, porque son inseparables, muy trabajado. Esa descripción sensorial del calor y la luz, como afecta a Marta, o la oscuridad de la tienda de Morales ¿no define cómo es él? O la caseta del portero. Con este baño de matices la autora consigue algo fascinante, sumerge al lector en la realidad cotidiana, algo que aprecié en Bibiana, y la tensión se fragua en sus vidas rutinarias y cotidianas. Si os decidís, tomad nota de la voz interior de cada uno de ellos, a unos los limita, a otros los empuja, los culpabiliza, temen repetir experiencias… Dolores Medio desea que comprendamos la complejidad de las emociones humanas en situaciones extremas. Hay una gran intensidad psicológica en la novela. Reconoceremos patrones psicológicos reales en la novela, empatizaremos con ellos, pero sobre todo comprenderemos mejor a quien padece esta situación en la realidad.

 

  

¡Feliz lectura!

 

 

Autora

 

 


Dolores Medio (Oviedo, 1911-1996) estudió Magisterio y ejerció unos años como maestra en el pueblo asturiano de Nava. Al estallar la guerra tuvo dificultades con las autoridades por sus ideas renovadoras en la enseñanza. Por esta razón, dejó su trabajo y viajó a Madrid para estudiar periodismo. Colaboró con el diario «Madrid» y en 1945 ganó un premio literario por su cuento Nina. Esto supuso el punto de arranque de su carrera como escritora y ya en 1952 ganó el prestigioso Premio Nadal otorgado a su novela Nosotros, los Rivero. A partir de ahí se dedicó por entero a su carrera literaria. Algunas de sus obras son Funcionario público (1956), El pez sigue flotando (1959), Diario de una maestra (1961), Farsa de verano (1974), El fabuloso imperio de Juan sin Tierra (1981) y Celda común (1996), entre otras.

 

 


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