Los reyes de la casa de Delphine de Vigan

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#Losreyesdelacasa

#DelphinedeVigan

Traducción #PabloMartínezSánchez

Edita #Anagrama

 

Sinopsis

 

Mélanie Claux y Clara Roussel. Dos mujeres conectadas a través de una niña. Mélanie ha participado en un reality show televisivo y es seguidora de sus sucesivas ediciones. Cuando se convierte en madre de un niño y una niña, Sammy y Kimmy, empieza a grabar su día a día y cuelga los vídeos en YouTube. Crecen en visitas y seguidores, llegan los patrocinadores, Mélanie crea su propio canal y el dinero fluye. Lo que al principio consistía sin más en grabar de tanto en tanto las andanzas cotidianas de sus hijos se profesionaliza, y tras la fachada de este canal familiar tierno y edulcorado hay rodajes interminables con los niños y retos absurdos para generar material. Todo es artificio, todo está en venta, todo es felicidad impostada, realidad ficticia.

Hasta que un día Kimmy, la hija de corta edad, desaparece. Alguien la ha secuestrado y empieza a enviar extrañas peticiones. Es entonces cuando el destino de Mélanie se cruza con el de Clara, policía solitaria sin apenas vida personal y que vive por y para el trabajo. Ella se hará cargo del caso.

La novela arranca en el presente y se extiende hasta el futuro cercano. Arranca con estas dos mujeres y se extiende a la existencia posterior de esos dos niños explotados. De Vigan ha escrito una narración perturbadora que es al mismo tiempo un thriller inquietante, un relato con pinceladas de ciencia ficción sobre algo muy real y un documento demoledor sobre la alienación contemporánea, la explotación de la intimidad, la falsa felicidad proyectada en las pantallas y la manipulación de las emociones.

 

Impresiones

 

«Cada familia cultiva su fabula»

Esta autora empieza a formar parte de mis autoras preferidas, de las mías sin ninguna duda, se trabaja la historia, los perfiles de los personajes y la narración, nunca había reparado en esto, hasta que hace muy poco descarté una novela por su estilo narrativo, no encajaba con mis gustos.

            Siempre ha existido este tipo de explotación infantil, Marisol en más de una entrevista comentó su experiencia, no es nuevo en el reino del ser humano que padres como Mélanie cumplan sus sueños sin parase a pensar que están privando de infancia a sus hijos, no es nuevo saber cómo acaban esos niños. «Al principio, Mélanie no salía en los vídeos. Se limitaba a guiar a sus hijos, a hacerles preguntas, a interactuar con ellos sin que se le viera la cara».

            El autoengaño, «Casi toda la gente nos quiere. Nos lo dicen, nos lo escriben, hacen cientos de kilómetros para vernos…». Que trampa emocional describe tan magistralmente la autora, qué vacío emocional tan grande. ¿Por qué tanta gente se engancha a los reality show? ¿Por qué tanta gente prefiere ver la cotidianidad de otros? «Hacía ya tiempo que los llamados reality show no se conformaban con grabar las veinticuatro horas del día el aburrimiento abismal de un puñado de jóvenes cobayas». Es tremendo el vacío emocional que la sociedad moderna se gasta, la propia autora a lo largo de la novela hace un exhaustivo análisis, ¿por qué gastamos tanto tiempo en las redes? «Durante varios meses, aquello había sido suficiente para colmar la sensación de vacío». Pero nada llena ese vacío, «…Mélanie siguió chillando como si nada fuese más importante que liberar aquella tensión acumulado que por fin había encontrado una válvula de escapé».

Muy recomendable su lectura, una crítica social potente a la orden del día. La forma es tan importante como el fondo, así es el estilo de esta autora, cuida hasta el último detalle. La reflexión que nos deja la autora sobre la felicidad edulcorada que vende Mélanie, que se vende en las redes sociales, me parece tan importante como la otra, de la que se habla menos, y para mí es más peligrosa, los que creen que todo eso es cierto y no ven el marketing que hay detrás, ni ven la explotación infantil. La explotación infantil siempre ha existido, la autora nos cuenta la progresión del proceso de esa supermami, y sus orígenes, no da puntada sin hilo.

¡Feliz lectura!

 

           

 

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