La casa de los niños de Mario Escobar
Título La casa de los
niños
Autor Mario Escobar
Editorial Ediciones B
Sinopsis
LA GRANDEZA HUMANA PUEDE SURGIR
ENTRE LAS RUINAS DE LA GUERRA
Ámsterdam, 1942. En Holanda ya
ondea la bandera nazi y miles de judíos aguardan el día de su deportación en
lugares como el Teatro Hollandsche Shouwburg. El profesor Johan van Hulst es
testigo de las condiciones en las que esperan los niños judíos, atemorizados y
sin sustento, y es incapaz de quedarse impasible ante tanto sufrimiento.
SALVAR LA VIDA DE CIENTOS DE
NIÑOS FUE SU LEGADO
Para hacer frente a la tragedia,
se pondrá en contacto con Henriëtte Pimentel —la directora de la guardería más
cercana— y con Walter Süskind —el judío alemán obligado a redactar las listas
de deportados—. Juntos diseñarán un entramado de pasadizos a través del cual
intentarán salvar a los niños, mientras se esconden de los ojos de un régimen cada
día más despiadado…
ESTA ES SU HISTORIA
A través del relato de una
familia sefardí que intenta escapar de su horrible destino, Mario Escobar nos
descubre la historia real de las personas que salvaron a más de seiscientos
niños en el momento más feroz del nazismo. Grandiosa y conmovedora, esta novela
rinde homenaje a todos aquellos héroes sin armas ni banderas que no dudaron en
poner en peligro su vida por la de los demás.
Opinión
«Haz tu trabajo y las cosas te irán bien, pero deja al
resto que cumpla con su destino».
Dónde se queman libros se
terminan quemando personas. Heinrich Heine. Sí, se quemaban libros y se
destrozaban bibliotecas, privadas y públicas, librerías, pequeñas y grandes, y
la policía, no podía hacer nada. La persecución cultural que emprendió Hitler
sorprendió, pero luego, y esto es lo terrible, profesores y miembros de las SS,
marcaron el inicio de la censura y la persecución de intelectuales,
periodistas, novelistas y poetas. El valor de la palabra escrita asusta a los
poderosos, no vaya a ser que el pueblo llano, borregos que siguen la voz del
amo sin reflexiona nada más, un día lean y descubran que la realidad no es tal
como se pregona.
Cuando uno lee novelas como La casa de los niños, y yo que tengo el placer de compartirla con mi hijo mayor y descubrir
sus primeras impresiones, me doy cuenta que lo que más le asusta es saber que
los nazis eran seres humanos. Y el alcancé de este pensamiento es aterrador. Y
cuando empiezas a narrar aquellos oscuros años de terror, crueldad y miedo, la
mirada se fija en un solo hombre, Adolf Hitler, ¿quién fue?, ¿cómo acumuló
tanto poder?, ¿cómo consiguió que una nación fuese capaz de tal atrocidad?,
¿Por qué los judíos no hicieron nada? ¿Qué sintió Gran Bretaña cuando descubrió el horror? Ellos cerraron las vías de escape a Jerusalén a miles de judíos. ¿Y Estados Unido?
Adolf Hitler
no era de familia pudiente, ni su padre un gran político, era funcionario de
aduanas y él hubiese seguido sus pasos sino fuese porque tenía otros planes
para su futuro, quería ser artista. Fue un mal estudiante, con problemas de
aprendizaje y, creo recordar, que repitió curso y fue expulsado de la academia
de arte de Viena.
Cuando
le relaté a mis hijos que aquel hombre, que dijo a una nación qué hacer con los
judíos y todo aquel que no cumpliera con los rasgos arios, despejaba las calles
de nieve para ganarse unas perras, acarreó maletas y fue obrero de la
construcción, no daban crédito. Quizá fuese en ese momento que detecto a sus
grandes enemigos, la gente pudiente y con dinero, la mayoría judía.
La
Primera Guerra Mundial le descubrió la vida militar, el patriotismo que alimentó
su campaña y sus años de barbarie. Lo gracioso, es que, en aquella época, hubo
dos etiquetas significativas, Histérico y no apto para el mando,
leí que ponían sus expedientes. Esto demuestra que, aunque fuera
un hombre de pocas cualidades, hace veraz esa frase motivadora de psicología
positiva, sí quieres puedes. Cuando acabó la guerra con la
derrota de Alemania, descubrió su verdadera vocación, la política.
Hitler dijo al pueblo alemán lo que quería escuchar, le dio un enemigo de piel
y huesos al que culpar de sus desgracias, al que vencer para aumentar la
autoestima. Los primeros años ofreció su mejor cara con un gran discurso de
prosperidad, la mejor versión de sí mismo, visualizando en su mente su
verdadero objetivo, rodeándose de grandes mentes y teniendo claro que no había
límites para él.
«Prefiero morir a vivir de rodillas».
María
Escobar nos recuerda que no todos los alemanes fueron nazis, que algunos
decidieron cambiar el curso de la historia con sus hechos. Aquí tenéis la odisea,
real, de personas que salvaron a más de seiscientos niños en el momento más
feroz del nazismo. Pero también descubriréis qué llevó a alemanes normales a convertirse
en seres perversos.
Autor
Mario Escobar, licenciado en
Historia, es novelista, ensayista y conferenciante. Apasionado por la Historia
y sus enigmas, publica asiduamente en las revistas Más Allá y National
Geographic Historia. Es autor de las novelas Conspiración Maine (2006), El
mesías ario (2007), El secreto de los Assassini (2008), Sol
rojo sobre Hiroshima (2009), El país de las lágrimas (2010), El
círculo (2014) y Canción de cuna de Auschwitz (2016), entre
otras. Su obra ha conquistado a cientos de miles de lectores en todo el mundo y
ha sido traducida al chino, japonés, inglés, ruso, portugués, danés, francés,
italiano, checo, polaco y serbio. En 2020, ha ganado el Premio Empik de novela
de Polonia.
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