Mi casa está donde estoy yo de Igiaba Scego

 Hi



Mi casa está donde estoy yo

 

 

Sinopsis

 

A partir de sus recuerdos y de las historias que su madre le contaba de niña, Igiaba Scego traza en este libro un mapa de su memoria, marcada por los lugares de la ciudad donde nació y aún habita, Roma, y del país de donde su familia partió exiliada, Somalia. Así, la autora emprende un poético viaje que la llevará a transitar la época del colonialismo, la guerra civil somalí, la llegada de su familia a Italia y una infancia llena de cuentos, preguntas, miedos y anhelos. La palabra configura entonces una topografía interior que restituye la pérdida y da sentido a la búsqueda de una casa propia, de una identidad.




 

Opinión

 

«¿Qué soy? ¿Quién soy?

Soy negra e italiana.

Pero también soy somalí y negra.

Entonces, ¿soy afroitaliana? ¿Italoafricana?

… ¿Una negra de mierda?

Entonces, ¿cómo llamarme?»

 

Decir que esta novela es la búsqueda de las raíces y la individualidad es resumir en exceso el testimonio de Igiaba Scego. La autora intentó renunciar a sus orígenes somalís para pertenecer, luego aprendió que valorarlos, saber la historia de cada uno, soluciona algunos problemas. Las raíces, la ayudarán a saber quién es. Encontrará su identidad, descubrirá que es única y singular, y con un destino por descubrir.

                Hay tanto en estas escasas 200 páginas, la relación de Italia y Somalia. ¿Quién fue Siad Barre y dónde estudió los principios de la democracia? ¿Quién fue Rodolfo Grazioni y qué hizo en Somalia, Libia y Etiopía? ¿A quién temía Rodolfo Grazioni? ¿A quién mandó fusilar? ¿Por qué se queman libros? ¿ Y si hay libros pero no se sabe leer? A los poetas, daz una vuelta a esta idea, reflexionar sobre el poder de las letras, de la palabra, del conocimiento, de saber leer y tener comprensión lectora. Somalia era una sociedad con un índice de analfabetismo alto, pero con una fuerte tradición oral, los cuentos, las leyendas, los poetas... «Las historias eran la mejor manera de no pensar en la fatiga de la vida real». «La fuerza de las palabras». ¿Habéis visto la película El libro de Eli? ¿Por qué era importante destruir ese libro? 

En Somalia existía una ley: 

«Solo podíamos estudiar hasta cuarto de primaria, luego estaba prohibido por ley»

                Cuanta menos cultura se tenga, más sencillo de manejar será el rebaño, que no saque sus propias conclusiones, ya le darán los poderosos las que deben pensar, creer y por lo que deben actuar o callar. Si nos prohibiesen estudiar, nos revolveríamos como culebrillas, pero ¿si cogemos un atajo? ¿Si vamos acotando el abanico de posibilidades, reduciendo temarios, asignaturas, no es casi lo mismo? 

«Teníamos poco dinero, pero la educación bien valía un sacrificio. Comer menos tenía un pase, pero no saber menos» 

                Igiaba tiene una fuerte unión con sus padres.  A través de ella conoceremos a su madre y su testimonio, desde su infancia como nómada hasta su edad adulta, episodios duros que marcan un antes y un después, un punto de inflexión, como su infibulación; su maternidad, lo que significa ser madre en Somalia y en Italia, «la frialdad en el trato de parir en Roma, nadie sonríe. Era una manera de aprender a afrontar el oficio más difícil del mundo».

                ¿Qué fue el fútbol para Igiaba y por qué sendero le llevó la culpa? 

                No quiero despedir esta opinión tan personal sin mencionar otro hilo de debate. «Antes, los ancianos eran el pilar de la sociedad: daban consejos, fabricaban perlas de sabiduría y ofrecían sus viejos hombros para llorar o descansar. Eran un gran oído, una boca oráculo…». Los ancianos son nuestra memoria viva, nuestra experiencia, sin ellos la historia se puede reescribir, nuestros ancianos nos cuentas lo que se logró con el esfuerzo, con la educación, con el trabajo, la solidaridad y el perdón. Ya no se veneran,  ahora son una carga. 

                Una lectura muy recomendable.  

 


               

 

Comentarios

  1. ¡Hola!
    Suscribo tus palabras, ya lo habíamos comentado en otras redes pero quería pasarme por aquí para leerte más detenidamente, ahora que también tengo muy fresca esta lectura.
    Qué buen libro, todas esas reflexiones y temáticas que destacas, y más que incluye, hacen reflexionar mientras se lee. He aprendido también muchas cositas de la historia de Somalia.
    Igiaba nos lleva muy bien a aquello que nos quiere transmitir, algo nada fácil de hacer, y con una estructura muy original y atrapante a mi modo de ver.
    Estupendo. Me gusta coincidir tanto en lecturas como en impresiones.
    Un saludito :)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares